La ciudad de Santiago, Cuba, cumplía un aniversario más de su fundación, y para celebrarlo, el concejo municipal dispuso realizar un concurso de pintura para jóvenes menores de dieciocho años.
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Entre los miles de cuadros que se recibieron, había uno que a primera vista despertaba admiración; todo mundo manifestó complacencia cuando a este lienzo le dieron el primer lugar.
La obra llevaba por título: «La Centésima», y su creador era Alejandro Espadas, un chico de 15 años que tenía talento, pero más que todo, persistencia.
Le entregaron los cinco mil dólares de premio, y le preguntaron la razón del nombre de su pintura.
-Es que para que quedara bien la repetí cien veces -contestó sonriente.
LA CONSTANCIA ES LA MADRE DE LA CALIDAD.