Uruguay y Francia, que lograron ambas su boleto para Sudáfrica en la repesca, llegan a su primer partido del Mundial el viernes (18h30 GMT) en Ciudad del Cabo en condiciones contrapuestas: serenidad para la «Celeste», polémicas para los «Bleus».
Desde el campo base del equipo charrúa, en Kimberley, el seleccionador Oscar Tabárez transmitió el martes un mensaje de tranquilidad y de confianza antes de su estreno en Sudáfrica, en el segundo partido del Mundial tras el disputado por los anfitriones y México, un par de horas antes en Johannesburgo.
El entrenador, de 63 años, atribuyó el buen ambiente en la preparación al «mérito de los muchachos», al tiempo que desveló el 11 titular con 48 horas de adelanto la alineación del equipo que saltará a la cancha del flamante y magnífico estadio de Green Point, a las afueras de Ciudad del Cabo.
«Ya está definido (el equipo) (…) y el sistema que elegimos se puede adaptar a las diferentes cosas que nos puede plantear Francia», aseguró el técnico, que apuesta por un 4-4-2, con sus dos estrellas Diego Forlán y Luis Suárez en punta.
Tabárez efectuó, sin embargo, dos cambios en comparación a la formación de los últimos amistosos, con la inclusión del defensa Victorino (Universidad de Chile) en lugar de Andrés Scotti del Colo Colo y de Arévalo Ríos (Peñarol de Uruguay) ocupando el puesto de Walter Gargano (Nápoles).
Mientras Uruguay llega a la cita mundialista con una preparación serena y la ventaja de haber ganado los amistosos contra Suiza (3-1) e Israel (4-1), todo lo contrario ocurre con el equipo francés que no sólo cosechó resultados poco alentadores, sino que se ha visto envuelto en interminables polémicas.
Desde su clasificación en noviembre frente a Irlanda gracias a una mano de Thierry Henry, los subcampeones del mundo estuvieron constantemente rodeados de polémicas y llegan al Mundial con una preparación que no puede calificarse de idónea, como lo admitió el delantero Sydney Govou.
«Llevamos dos años así (con las críticas), no se puede decir que estamos acostumbrados pero esto no ha facilitado las cosas», declaró.
El técnico Raymond Domenech, de 58 años, cuestionado por la prensa y los aficionados, Henry seleccionado a condición de ser suplente, un hotel lujoso de cinco estrellas como campo base en Sudáfrica, un curioso itinerario hacia Sudáfrica con escalas en Túnez y la Isla de la Reunión para disputar sendos amistosos: el equipo galo dio mucho que hablar en los últimos meses.
Y los resultados tampoco acompañaron. Tras derrotar Costa Rica 2-1, el equipo eliminado por Uruguay en la repesca, Francia no pasó del empate contra Túnez (1-1) y cayó derrotada en su último ensayo contra China (0-1), 84 de la clasificación mundial, en la isla de La Reunión.
Mientras Tabárez tiene bien definido su esquema de 4-4-2, Domenech opta por un confuso 4-3-3 y la presencia en punta de Nicolas Anelka, el goleador del Chelsea, que no sólo no encuentra red, sino que da la impresión de no poder incorporarse al sistema del equipo.
Tabárez, por su parte, evita hablar de los problemas de Francia y se mantiene concentrado en el partido. «Con todo el respeto que le tenemos al rival, no venimos con la idea de renunciar a ciertas cosas por marcar a Francia de cierta manera» y planea intentar «imponer algunas cosas» a los «Bleus».
Los «Bleus» ya saben de sobra que Uruguay va a ser un adversario difícil para empezar el Mundial. El entrenador de Israel, el francés Luis Fernandez, los avisó tras la goleada sufrida por su equipo en el Centenario el pasado 26 de mayo, de que iba a ser un rival muy difícil.
El seleccionador uruguayo Oscar Tabárez anunció este miércoles el equipo que se medirá el viernes a Francia en el debut del Mundial de Sudáfrica, con las sorpresas respecto a los últimos amistosos del defensa Mauricio Victorino y el volante Edigio Arévalo Ríos.
Victorino, 27 años, se desempeña en la Universidad de Chile desde 2009 y es reconocido por ser un defensa central eficaz en la marca y prolijo en la salida.
Es sobrino de Waldemar Victorino, un centrodelantero que supo vestir la camiseta celeste en los años 1980 y fue campeón de la Copa Libertadores e Intercontinental con Nacional.
Después del Mundial lo esperan las semifinales de la Libertadores-2010.
Arévalo Ríos por su parte juega en la actualidad en Peñarol, equipo con el que acaba de coronarse campeón uruguayo de la temporada 2009/2010.
También de 27 años, Tabárez volvió a confiar en él tras utilizarlo al principio de las eliminatorias y luego no tenerlo en cuenta.
Arévalo Ríos pasó por México dos veces -con el club uruguayo Danubio en medio- antes de recuperar su forma en Peñarol y regresar a la selección.
Se destaca por su combatividad en el mediocampo donde se aplica a tareas de contención, que combina con velocidad y buen juego aéreo.