La CELAC y la lucha contra la pobreza


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La II Cumbre de la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, abrió ayer en la ciudad de La Habana, capital de Cuba, con la participación de los presidentes de treinta y tres países de la región, entre ellos el de Guatemala, Otto Pérez Molina, y la asistencia como invitado especial del Secretario General de las Naciones Unidas, el diplomático surcoreano Ban Ki-moon, examinando como tema central la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

Félix Loarca Guzmán


El inicio de la reunión se produjo en el contexto de la celebración del 161 aniversario del natalicio de José Martí, uno de los más grandes pensadores de Cuba y América, quien sobresalió por su lucha  a favor de la libertad.

El encuentro que se prolongará hasta hoy miércoles en horas de la noche, ha permitido profundizar en las deliberaciones hacia la unidad latinoamericana y el Caribe, para enfrentar grandes problemas sociales que actualmente agobian a miles de habitantes de nuestro continente.

El discurso inaugural fue pronunciado por el presidente de Cuba, General de Ejército Raúl Castro, rindiendo homenaje a la memoria del presidente de Venezuela, Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, principal impulsor de la creación de la CELAC, quien falleció el 5 de marzo del año pasado como consecuencia de una enfermedad.

Los asistentes a la reunión de La Habana, enfatizaron su preocupación por buscar solución a enormes desafíos como la pobreza, el hambre y la desigualdad social, que no solo son una vergüenza, sino que constituyen una de las principales fuentes de tanta violencia y criminalidad. Coincidieron en que la única salida es la cooperación mutua mediante la integración.

Esta cooperación debe ser sin la intervención ni injerencia de potencias hegemónicas imperiales, y ejerciendo la plena soberanía sobre los recursos naturales que actualmente son extraídos hacia el extranjero por poderosas empresas transnacionales, que generalmente se llevan la mejor tajada, dejando miserables migajas para nuestros países, además de la secuela de daños ambientales de gran magnitud.

Obviamente estamos ante el fenómeno de la recolonización, repitiéndose la historia de cuando los conquistadores españoles llegaron a estas tierras despojando a los pueblos originarios de su oro y plata, a cambio de espejitos y otras bagatelas. La única forma para hacer frente a esta avalancha de la codicia de los nuevos colonizadores, es la fortaleza de la unión de nuestros países.

En el marco de esta II Cumbre de la CELAC, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, dijo que “el hombre solo será libre, cuando tenga educación, salud, vivienda, y cuando pueda elegir su vida”. Destacó que por eso, la integración no es solo un tema de agenda, sino debe ser una política de Estado en nuestros países. Señaló que sin trabajo no se puede reducir la brecha de la desigualdad.