La Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) expresó su preocupación por la reciente confrontación que ha surgido entre diversos sectores de la sociedad civil y el actual Gobierno; y hace un llamado a la caridad, la solidaridad y la justicia social entre los guatemaltecos.
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En conferencia de prensa, la CEG expresó su preocupación por el clima de confrontación de diversos sectores de la sociedad civil, producto de la desatención del Gobierno en satisfacer las necesidades de la población y que impide el desarrollo como país en varios aspectos.
Los religiosos también hicieron un llamado a la unidad de los guatemaltecos.
Los Obispos de Guatemala discernieron sobre la situación de violencia, pobreza y desigualdad en el país y las formas de resolver estos problemas nacionales hacia la construcción de “un país en paz y fraternidad”.
“Como muchas veces lo hemos señalado, nuestro país desde hace años enfrenta grandes desafíos, afronta una grave problemática humana, personal y comunitaria, y expresa un profundo deseo y voluntad de alcanzar una vida plena”, señala un comunicado de prensa.
Para los religiosos, el egoísmo es el principal factor que impide el correcto desarrollo de la población guatemalteca en distintos ámbitos, y genera más corrupción en las instituciones del Estado, la inclusión de jóvenes en bandas criminales y la contaminación de los recursos naturales.
De igual forma, indicaron que flagelos como la explotación laboral, la desnutrición y abusos deshonestos en menores, la migración de guatemaltecos hacia EE. UU. y la pobreza extrema en el país hace de Guatemala un país de contradicciones, polarizaciones, antagonismos y conflictos, que termina repercutiendo en el descontento y desilusión de todos sus habitantes.
El texto citó: “Este es, en el momento actual, el gran reto y desafío que los cristianos tenemos en Guatemala: emprender el camino de la fraternidad que es el camino de la paz verdadera, fundamentada sobre la fe, justicia, la verdad, la libertad y la solidaridad”.
Según la CEG, la puesta en práctica de la solidaridad, la justicia social y la caridad universal promoverán una sociedad guatemalteca en paz y bienestar.
Asimismo, exigieron a los diputados en el Congreso de la República, legislar en favor del bien común “sin perder el tiempo en polémicas inútiles y sin caer en la tentación del dinero”; al Ejecutivo implementar políticas públicas efectivas hacia un nuevo modelo de desarrollo que satisfaga las necesidades de los más pobres y a los jueces y magistrados del Organismo Judicial, impartir justicia sin ceder a presiones ni intereses de ninguna clase.
Finalmente, solicitaron al sector empresarial organizado mantener una mentalidad abierta y realista que favorezca un desarrollo inclusivo y el respeto al medio ambiente y a los diferentes gremios de trabajadores, respetar el derecho de protesta legítima que no recurra a acciones violentas ni a medidas de hecho que afecten a los demás.