La cédula como fuente de vulnerabilidad electoral local


La mejor manera de acuñar certeza al proceso electoral local debe ser a través de un proceso habitual de diálogo entre ciudadano y autoridad municipal.

Julio Donis

La forma en la que se percibe eso que llamamos democracia en el ámbito local municipal, puede ser diferente de lo que sentimos del mismo sistema de valores polí­ticos pero en la dimensión nacional. En general se registra que la democracia nos ha defraudado o que no se desarrolla al mismo ritmo que los problemas del paí­s, como para favorecer soluciones. Se vota para presidentes y diputados pero no observamos que nuestro voto se traduzca en un acto electivo de verdad.


De manera intuitiva, aunque no por ello cierta, percibo que esta noción es diferente en el ambiente de municipio, de la aldea y del caserí­o. Las distancias son menores relativamente y no hablo solamente de las geográficas, sino de las relaciones entre las personas. Esto hace que el ejercicio de la democracia electoral se pueda traducir en retribuciones o en actos más tangibles así­ como también en ejercicios de fiscalización ciudadana con mayor facilidad.

Una de las preocupaciones en los dí­as previos al dí­a de las elecciones era la conflictividad en el ámbito local municipal, junto a los inminentes problemas derivados del clima. Sobre la segunda intranquilidad pues no pasó de lluvias fuertes y no se dio el escenario catastrófico de un desastre natural. Sin embargo de la primera no salió librado el proceso electoral y como resultado se puede resumir dichos problemas en los siguientes:

27 municipios reportaron anomalí­as

Supuesta duplicidad de cédulas, especialmente en los municipios de Chinautla, San Pedro Ayampuc y Palencia. Quema de material electoral en Santa Marí­a Ixhuatán, Santa Rosa; acarreo de pobladores de otros municipios hacia Antigua, Guatemala y Guanagazapa, Escuintla. Además se denunció casos de falta de depuración del padrón electoral en Palí­n, Escuintla. Quedaron por fuera impugnaciones en muchos otros municipios como Tucurú, Alta Verapaz o Barberena Santa Rosa. En total se pueden sumar veintisiete las localidades municipales en las que se reportó hechos anómalos relacionados con las elecciones. La mayorí­a de estas impugnaciones están marcadas por hechos de violencia en circunscripciones electorales municipales.

Más allá de la violencia como denominador común de los sitios en los cuales se registraron impugnaciones, también se puede identificar el factor frecuente del documento de identidad como mecanismo para viciar el acto electoral. La noción de identidad ciudadana depositada en lo que llamamos «cédula de vecindad», está tan frágilmente amparada como las hojas de este documento que usualmente aparecen sostenidas con tape o grapas.

El documento único de identidad

En el año 2005 se aprobó por mayorí­a en el Congreso, la Ley del Registro Nacional de las Personas ?RENAP- que será una entidad autónoma de derecho público con personalidad jurí­dica, la cual estará ubicada en la ciudad capital de la República de Guatemala. Para el cumplimiento de sus funciones, deberá establecer oficinas en todos los municipios de la República. El Objetivo del RENAP es crear la entidad responsable de organizar y mantener el registro único de identificación de las personas naturales, inscribir hechos y actos relativos a su estado civil, capacidad civil y demás datos de identificación desde su nacimiento hasta su muerte, así­ como la emisión de un documento personal de identificación.

Su implementación será mediante el empleo de formularios unificados y de un sistema automatizado de procesamiento de datos, que permitirá la integración de un registro único de identificación de todas las personas naturales, así­ como la asignación de un registro único de identificación y la asignación de un código único de identificación a cada una de ellas desde el momento en que se realice la inscripción de su nacimiento. Este código, entre otros, contendrá la identificación del departamento y municipio de su nacimiento, estos serán determinados por el Directorio de la RENAP.

La anterior explicación parece la solución a los problemas que se da de elección a elección, relacionados con la vulnerabilidad que representa la cédula actual y su «manipulación» para delitos electorales. Sin embargo déjenme anotar realismo y decir lo siguiente: la implementación polí­tica e institucional del RENAP implicará en primer lugar el recelo de la autonomí­a municipal, segundo si se logra rebasar lo anterior, el proceso llevará años y mi previsión es que en las elecciones del 2011 se votará con ambos documentos y hasta el 2015 tendremos un documento único de identidad.

Y tercero y más importante, la mejor manera de acuñar certeza al proceso electoral local no se resuelve en primera instancia con nuevo documento de identidad, si bien ayuda, lo mejor es apostar a que el acto electoral sea el resultado de un proceso habitual de diálogo entre ciudadano y autoridad municipal que además tiene la ventaja de estar cerca.

«La implementación polí­tica e institucional del RENAP implicará el recelo de la autonomí­a municipal, si se logra rebasar, el proceso llevará años. Preveo que en las elecciones del 2011 se votará con ambos documentos y hasta el 2015 tendremos un documento único de identidad».