La cacareada captura de los narcos


Oscar-Clemente-Marroquin

Tratando de darse los últimos baños en agua de rosas, el señor ílvaro Colom planteó como logro de su gobierno la captura de los narcotraficantes más buscados, sin mencionar que la misma fue realizada por operativos de la agencia antinarcóticos de Estados Unidos, la DEA. Menocal, más inteligente que su jefe, atinó a decir que los responsables de los operativos les habí­an reconocido que no hubo fuga de información como ocurrí­a en el gobierno de Berger, cuando similares intentos se frustraron porque los acusados huí­an antes de que llegaran los agentes de la DEA.

Oscar Clemente Marroquí­n
ocmarroq@lahora.com.gt

 


Y así­ es Colom, quien presume con logros que solo existen en su cabeza, llegó a decir que los Zetas están esperando que termine su maravilloso gobierno para volver a actuar porque le tienen pavor a él y a su Ministro de Gobernación. Bien le aclaró Pérez Molina las cosas cuando dijo que precisamente los Zetas vinieron a Guatemala durante el gobierno de Colom, aprovechando la debilidad del mismo para enfrentar el problema de la seguridad ciudadana. O sea que no tiene por qué andarse con tanto brinco porque el terreno está demasiado plano.
 
 Yo creo que Colom tendrí­a que leer el libro de su compañero de clases en el Liceo Guatemala, Fuentes Knight, para tomar conciencia de su verdadera dimensión. Un tipo pusilánime, incapaz de tomar decisiones porque, pura la Chimoltrufia, cuando dice si es que no y cuando dice no es que sí­, pues, al fin de cuentas, quién sabe. La que de verdad sabí­a y llevaba las riendas, no sólo del hogar sino del gobierno y del paí­s, era su dulce esposa, quien poní­a a parir enanos a todos los ministros que tení­an que andar viendo cómo hací­an las transferencias presupuestarias que ella reclamaba. Hasta el casto y puro Fuentes Knight tuvo que inventarse esa paja de los techos presupuestarios para decir que lo que él firmaba no era traslado de pisto sino de espacios para que se gastara el dinero, queriendo con ello minimizar su propia responsabilidad al llenar de fondos los programas clientelares.
 
 De justicia es reconocer, eso sí­, que en cierta etapa del gobierno se evitó la fuga de información y eso permitió que se pudiera capturar a los jefes de los cárteles de la droga. Pero a juzgar por los decires, ese mérito es más de Menocal que del mismo Colom porque hay fuertes rumores que de la misma Presidencia se filtró la información que llegó a oí­dos de la cuñada del Presidente, en beneficio de Ortiz Chamalé. Al menos eso es lo que ha trascendido en diversos cí­rculos y hasta se afirma que la salida de doña Gloria tuvo que ver con ese “pequeño detalle”.
 
 La fantasí­a de Colom le lleva a afirmar que él fue quien detuvo a los narcotraficantes más buscados y poco falta para que nos diga que él mismo dirigió los operativos para detenerlos antes de enviarlos a Estados Unidos. Ayer mismo la secretaria de planificación decí­a que uno de los logros de Colom es el fortalecimiento de las instituciones en el paí­s, lo que demuestra que esta gente vive, como Alicia, en el imaginario paí­s de las maravillas porque no tienen la menor idea de lo que es su legado.
 
 Ojalá que el despertar no vaya a ser demasiado traumático porque, al fin y al cabo, a nadie le harán daño las cuitas de cantina en la que el expresidente con sus compañeros de infortunio revivan las viejas glorias de su extraordinario gobierno por el que toda Guatemala debiera postrarse a sus pies en señal de gratitud eterna. Es un total aforismo que mientras más mediocre es la persona, más depende de las ilusiones para vivir. Las pruebas están a la vista.