Pocas instituciones tan importantes para miles de trabajadores como el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y no obstante su importancia e interés, resulta que alrededor de ella se libra una batalla que en el fondo poco o nada tiene que ver con los intereses de los afiliados. Se trata, como pasa con todo el sector público, de una piñata y así la ven los que actualmente la dirigen y los que pretenden dirigirla.
En vez de preocuparse por cuestiones fundamentales, como tiene que ser la continuidad sana de programas como el de pensiones conocido como IVS, los funcionarios actuales y sus voceros únicamente están aferrados al hueso y por eso ni se interesan ni se preocupan por proporcionar información veraz, seria y objetiva para tratar de evitar cualquier riesgo financiero para ese tipo de programas. Al fin y al cabo, el Presidente actual fue nombrado por el llamado Rey de las Medicinas para que se mantenga en la jugada que involucra al Ministerio de Salud, al Ministerio de la Defensa y al Seguro Social.
El problema del Seguro Social ha sido constante, puesto que sus funcionarios de más alto nivel se interesan muy poco por los afiliados y sus intereses, lo que se traduce en servicio lento y deficiente en las consultas externas, engorrosos trámites para las jubilaciones y el reclamo de prestaciones y deficiencias en el cobro a los empleadores, públicos y privados, para mantener sanas las finanzas.
El presidente Pérez Molina anunció ayer que no hay retroceso en la decisión de destituir a Reyes Mayén y éste no da muestras de que va a ceder en su intensa campaña de prensa para defender el hueso. Lamentablemente a todo esto el gran actor, el actor más importante, que es el afiliado, sigue sin ser tomado en cuenta para que mejoren los servicios ni para que se fortalezcan con manejos prudentes los programas existentes.
Lo que importa es la compra de suministros para los hospitales y ahí es donde se centra la atención de los funcionarios más importantes porque desde hace muchos años el IGSS opera como una verdadera viña. Y el que el Presidente nombre a uno de sus allegados no es garantía que algo pueda cambiar porque no hay ninguna expresión sobre planes concretos que puedan reflejar un enfoque diferente.
Reiteramos nuestra preocupación por el descuido que pueda provocar riesgos financieros que puedan llevar a la quiebra al plan de pensiones del Seguro Social. Ya nos demostró la actual administración que el tema le viene flojo, aunque luego con arrogancia hayan querido sacar la pata.
Minutero:
Con tanto negocio tan grueso
como para que quieran soltar el hueso;
y es por eso que siempre anda muy mal
el famoso Seguro Social