La «agoní­a» por el pago de extorsión


Los pilotos y ayudantes se convierten en ví­ctimas de ataques violentos cuando no pagan la extorsión.

Los martes y viernes son calificados como «una agoní­a» por los pilotos y ayudantes de la empresa de transportes EGA, quienes deben reunir Q100 de extorsión por cada bus que manejan. Ellos indican que han llegado al punto de vender la identificación de la ruta del vehí­culo que conducen, para efectuar ese pago.

Mariela Castañon
mcastanon@lahora.com.gt

Una fuente del transporte, que pide no ser citada, indica que los dí­as en mención se convierten en una pesadilla para ellos, pues «como sea» deben conseguir ese dinero para que ninguno pierda la vida.

La empresa EGA cuenta con alrededor de 125 buses, de las rutas 72, 77 y 70, que cubren los sectores de Tierra Nueva y Colinas de Minerva, entre otros. Aunque algunos empresarios del transporte prefieren «negociar» con el extorsionista, existen otros que se cansaron de la situación y han hecho caso omiso a las exigencias de los delincuentes.

El gremio de transportistas de las rutas que pagan la extorsión indica que aunque no cuenten con el recurso económico, deben efectuar el pago, porque temen perder la vida.

Las fuentes indican que cuando no consiguen el dinero, deben vender la identificación del bus que manejan a otros compañeros, porque si el dinero está incompleto los malhechores arremeten contra ellos.

«Hasta se llega al punto de vender el letrero de la ruta, porque si no conseguimos ese dinero nadie nos garantiza la vida», afirma la fuente.

Según los afectados, cuando un grupo numeroso de conductores no logra reunir su cuota, todos prefieren no salir a laborar, porque saben que serán atacados. Una decisión de este tipo fue tomada la semana pasada.

MERODEAN VEHíCULOS

Las fuentes dicen que cuando no pagan la extorsión, como lo sucedido la semana pasada, son vigilados por varios hombres armados que se conducen en diferentes vehí­culos.

De acuerdo con las descripciones de los conductores y ayudantes, han visto una camioneta agrí­cola color negro que merodea el predio de buses de esas rutas. Por otro lado, señalan que observan un carro sedán corinto, que es acompañado por dos motocicletas, una viaja adelante y la otra atrás.

Los afectados creen que dichos automóviles recorren estos puntos con el objetivo de amenazarlos, principalmente cuando no pagan la extorsión o previo al asesinato de uno de sus compañeros.

CASOS SIMILARES

Pilotos de las rutas que cubren las zonas 18, 6 y Mixco, también han manifestado su preocupación cuando no logran reunir el pago de la extorsión; ellos indican que cuando esto sucede buscan el apoyo de los vecinos para reunir su cuota, quienes por su parte no dudan en colaborar, porque saben que si no lo hacen deben sufrir la ausencia de transporte, que no les permite llegar a sus centros de estudio y trabajo.

En cambio, también se han tomado medidas más drásticas, como el aumento de Q1 al pasaje. Aunque algunos usuarios se molestan, prefieren pagar lo que se les cobra porque saben que si no lo hacen tendrán que sufrir al transportarse en picops y otros vehí­culos.

El pasado 22 de enero, los buses que cubren la ruta de Pinares, en la zona 18, aumentaron el costo del pasaje de Q1 a Q2. En esa ocasión, este vespertino intentó conversar con los pilotos y ayudantes; sin embargo, nunca respondieron a las interrogantes.

Fueron los usuarios quienes confirmaron este cobro e informaron que lo hací­an para que los pilotos lograran reunir el pago de la extorsión, luego de varios dí­as que no prestaron el servicio.

Los pasajeros manifestaron que preferí­an pagar Q1 más a sufrir la falta de transporte, e indicaron que ya en varias ocasiones, tanto adultos mayores como madres con niños se han caí­do de los picops cuando pretenden abordar o descender de los mismos.

Los usuarios están conscientes que estas unidades de transporte no les garantizan medidas de seguridad al viajar, pero saben que tampoco existe otra opción para hacerlo, cuando la extorsión está en medio de todo.

PNC Desconfianza


Al ser consultados sobre si efectuaron la denuncia respectiva con la Policí­a Nacional Civil (PNC), indican que prefieren no hacerlo, porque no confí­an en las fuerzas de seguridad, ya que aunque los busquen saben que no llevarán a cabo ninguna acción que detenga estos hechos.

Por su parte, las autoridades del Ministerio de Gobernación (Mingob) y de la PNC dicen que para poder enfrentar el problema es imprescindible que los transportistas colaboren con las fuerzas de seguridad, a través de la denuncia, pues con toda la información que conocen se logrará sobrellevar el problema, además para emprender una investigación sobre si existe complicidad de algún efectivo policial en actos anómalos.

Las autoridades también han destacado que las investigaciones realizadas dan cuenta que existe participación de pilotos y ayudantes en el cobro de extorsión contra los mismos compañeros, lo que dificulta el actuar de las fuerzas de seguridad, por el hermetismo y la escasa información.