La acumulación de la riqueza y la polarización social


La exacerbación de las contradicciones antagónicas al interior de la sociedad guatemalteca, así­ como los problemas pendientes de resolver y los que van surgiendo en cada momento y sucesivamente, son causa y efecto, a la vez, de un sistema en prolongada crisis de agotamiento y caducidad, y no como suelen visualizarlo y definirlo los tecnócratas y burócratas que no atinan o (porque así­ les conviene) no le entran al estudio de en dónde está la causa principal y los efectos que se derivan de una crisis estructural no superada y resuelta.

Ricardo Rosales Román
rosalesroman.cgs@gmail.com

Para los expertos y técnicos internacionales, en Guatemala se está en presencia de un modelo económico fracasado. Es lo que se dice en el Informe de Desarrollo Humano 2007 – 2008 presentado el martes de la semana pasada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD. í‰sta es una manera «cuidadosa y prudente» de informar -no de interpretar y explicar objetivamente- lo que en realidad viene ocurriendo en Guatemala a partir de 1980, y que está muy lejos de llegar al fondo y la raí­z de la crisis estructural que agobia y desespera, cada vez más, a la mayorí­a de la población y que -desde hace 20 años- se sabí­a que habrí­a de ocurrir. Se sabí­a, además, que los más beneficiados serí­an la elite del poder económico y polí­tico local, el gran capital, las empresas y consorcios extranjeros y el imperialismo estadounidense.

Los í­ndices de pobreza y de pobreza extrema en nuestro paí­s son, además de indignantes, insultantes. Pero es también de lo más insultante e indignante la acumulación de riqueza en un cada vez más reducido número de potentadas familias de agroindustriales, empresarios, comerciantes y banqueros que constituyen la cúpula del poder económico en el paí­s, y que se calcula que no pasan de 20.

Según el estudio Guatemala, desnutrición problema secular, elaborado por el doctor Ramiro Ramí­rez Morales y publicado por el Departamento de Estudio de Problemas Nacionales «Rafael Piedrasanta Arandi» de la Facultad de Ciencias Jurí­dicas y Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala, USAC, (Presencia. Estudios de coyuntura. í‰poca VI, Año 3, Número 11, Noviembre de 2007), la riqueza del paí­s «es acaparada por un escaso grupo de la población y empresas extranjeras. En lo nacional apenas el 3% se apropia de cerca del 50% de la misma, mientras que el restante 97% apenas logra sobrevivir con el otro 50%».

Los siguientes datos ilustran más. Según el Informe de Desarrollo Humano 2006 del PNUD, citado por el doctor Ramí­rez, el «estrato alto» de la población equivalí­a en el año 2000 al 4.7% de los habitantes del paí­s. Cuatro años después, este porcentaje ya se habí­a reducido al 3.2, o sea que se contrajo en un 1.5%. De seguir la tendencia apuntada, se podrí­a calcular que para el presente año ya sólo serí­a de un 1.7%. Hay que considerar, además, que no es la totalidad de ese porcentaje la que acumula la mayor riqueza del paí­s: el que la sobreacumula es el cada vez mas reducido número de familias potentadas a que ya hice referencia y las empresas extranjeras que menciona el doctor Ramí­rez.

No obstante lo anterior, hay quienes siguen insistiendo en que la brecha entre los pocos que tienen todo y la pobreza y pobreza extrema en que está sumida la mayorí­a de la población, se debe a la «falta de oportunidades» o al «mal aprovechamiento» de las mismas. Un acérrimo defensor del libre mercado decí­a recientemente que «el objetivo de un sistema económico no debe ser el de la equidad, sino del crecimiento» (Prensa Libre, 11 de noviembre de 2008).

Para el doctor Ramí­rez, una de las causas de esta cruda realidad -en el sector agrí­cola- está en «un modelo agroexportador fracasado, que tiene sus bases en la producción monocultivista, utilizando para la misma las mejores tierras del paí­s», «un coloniaje de nuevo cuño, el neocolonialismo que, a su vez, ha conformado […] una atí­pica «neo servidumbre» que está en la base del «modo capitalista de producción, que en realidad es el de un incipiente y deformado capitalismo con atavismos de producción feudal».

En consecuencia, la acumulación y sobreacumulación de la riqueza en un número cada vez más reducido de familias de la cúpula del poder económico en el paí­s, deriva en una polarización social que viene a ser la punta del iceberg de la crisis y descomposición de un sistema que sólo beneficia a unos cuantos, afecta a todos los demás sectores y capas de la población, y explica la atomización, dispersión, despolitización, desideologización y cooptación de los referentes de la lucha social y popular.

Felizmente, hoy es un dí­a especial para Ana Marí­a, para Espartaco, para Lupita, para mí­, y demás familia. Nuestro nieto, José Miguel Rosales Sánchez, está cumpliendo 4 años. Que haya nacido la ví­spera de un aniversario del inicio de la Revolución Mexicana de 1910, le da sentido y razón de ser a la dicha de vivir y saber que se puede seguir luchando por un paí­s distinto y mejor. ¡Zapata vive y cabalga por las ciudades, planicies, cerros y montañas de nuestra América!