El huracán Kyle golpeó ayer la costa este de Canadá, en el sur de la provincia de Nueva Escocia, y se transformó en una tormenta tropical, anunciaron los servicios meteorológicos canadienses.
Kyle llegó como huracán de categoría 1, en la escala Saffir-Simpson de un máximo de 5 a Yarmouth, al extremo sur de Nueva Escocia, y a una velocidad promedio de 24 km por hora.
Luego atravesó la bahía de Fundy en dirección hacia Saint John, en la provincia vecina de Nueva Brunswick, hogar de 70 mil personas, donde llegará en la mañana dhoy.
Hoy, el centro de Kyle se encontraba a 60 km al sur de Saint John, con vientos sostenidos de 110 km por hora.
Tres horas antes, con ráfagas de 120 km por hora, azotó la provincia de Nueva Escocia, dañando árboles, causando apagones y obligando a varios aviones a permanecer en tierra, de acuerdo a las autoridades locales.
«Hay muchos cortes de energía», informó Charlotte Gabites de la oficina de ambiente del gobierno de Canadá.
Los medios locales señalan que al menos 10 mil hogares se encuentran sin electricidad en el este de Canadá.
La bahía de Fundy posee las mareas más importantes en el mundo y el paso de Kyle duplicó la marea alta, lo que podría «provocar algunas inundaciones costeras», advirtieron funcionarios de seguridad.
Kyle se debilitó sobre las aguas frías de la bahía de Fundy y comenzó su transición hacia una tormenta tropical al acercarse a Nueva Brunswick.
En Yarmouth, Nueva Escocia, la familia McClelland dijo que la lluvia caía horizontalmente debido al viento, pero que de todas formas la tormenta parecía de menor fuerza que el huracán que golpeó la zona hace cinco años.
El hijo de la familia, Pat, que trabaja en el aeropuerto de Halifax, dijo que colocaría algunas bolsas de arena en su viejo Honda para evitar que se lo lleve el viento en su regreso a casa.
En 2003 fue necesario llamar a los militares para limpiar los daños dejados por el huracán Juan.
Del otro lado de la bahía, el último huracán en golpear Nueva Brunswick data de 1969.
Más temprano, Kyle se alejó del Estado de Nueva Inglaterra y dirigió sus vientos y lluvias hacia Canadá, informó el estadounidense Centro Nacional de Huracanes.
El centro yates de Maine en Portland, Estados Unidos, informó que había desconectado las líneas de electricidad y combustible como medida de seguridad.
Kyle «seguirá debilitándose sobre el golfo de San Lorenzo y luego se disipará en la zona oriental de Quebec», informó el Servicio de Huracanes de Canadá.
De todas formas se esperan lluvias de entre 50 y 100 milímetros en toda la región.
Todas las advertencias meteorológicas serán canceladas hoy.
Kyle es la undécima tormenta que recibe un nombre de la actual temporada ciclónica del Atlántico, que va de junio a noviembre. Huracanes anteriores dejaron muerte y destrucción en el Caribe y Estados Unidos.