Kingston transformada en campo de batalla


Una patrulla policial custodia las calles de Kingston. FOTO LA HORA: AFP JAMAICA OBSERVER-BRYAN CUMMINGS

Violentos enfrentamientos entre grupos armados que protegen a un presunto jefe narcotraficante y la policí­a jamaicana provocaron este martes un saldo de al menos 27 muertos y convirtieron Kingston en un campo de batalla.


Los combates continúan en torno a un hospital de la ciudad al que fueron conducidos los cuerpos de los fallecidos, indicaron testigos.

Los partidarios armados del capo narco trataron de penetrar en el centro médico pero se les impidió el acceso, hecho que generó un enfrentamiento con la policí­a.

Testigos indicaron que la violencia armada tiende a intensificarse mientras que la policí­a confirmó que 26 policí­as y un miembro de las fuerzas de seguridad murieron desde el inicio del asalto para capturar a Christopher «Dudus» Coke, requerido por Estados Unidos por tráfico de armas y drogas.

Respaldada por tropas del Ejército y el apoyo de helicópteros, la Policí­a inicio el lunes un asalto contra un empobrecido barrio del oeste de Kingston donde el lí­der pandillero se mantení­a acuartelado; la operación de produjo después de que la semana pasada el gobierno firmara el pedido de extradición y el domingo declarara el estado de emergencia.

Soldados vestidos de combate, armados con rifles, merodeaban por la conflictiva zona de Tiboli Gardens, inspeccionando casa por casa en búsqueda de este lí­der comunal, popular por ayudar a los pobres del barrio.

Las calles de Kingston, siempre bulliciosas y alegres, estaban completamente mientras que los helicópteros zumbaban por los cielos de la capital. Las escuelas y comercios están cerrados, y los taxis se niegan a trasladar pasajeros al centro de la ciudad.

El gobierno pidió a los vecinos que se queden en sus casas, y aquellos que se animaron a salir caminaban pegado a las paredes, tirándose al piso cada vez que repiqueteaban las balas en una zona que se ha convertido en un campo de batalla.

El martes varias compañí­as aéreas cancelaron sus vuelos desde y hacia la convulsionada capital de esta isla caribeña de 2,8 millones de habitantes, ya que los enfrentamientos bloqueaban intermitentemente los accesos al aeropuerto internacional.

La mayor parte del millón de turistas que viaja a la isla año a año no visita Kingston, reconocida durante mucho tiempo como una de las capitales del crimen del mundo.

La embajada de Estados Unidos advirtió a sus ciudadanos de que no viajen a Jamaica y suspendió sus servicios no esenciales.

Un vocero de la policí­a dijo a la AFP que «muchas otras personas murieron en otros lugares» y se teme que la violencia se extienda en la búsqueda de Coke a lo largo y ancho de Kingston.

Unas 211 personas, incluyendo cuatro mujeres, fueron detenidas mientras se rastrillaba la zona de Tiboli Gardens y los alrededores de Denham Town, durante el asalto armado lanzado el lunes.

No estaba confirmado si el objetivo, Coke, se encontraba entre los detenidos.

El gobierno de Jamaica aceptó extraditar a Estados Unidos al presunto capo narco. Para los pobladores de Tiboli Gardens, zona violenta y carenciada de la capital, Coke es un héroe, ayuda a los vecinos, les paga las cuentas y enví­a niños a la escuela. El propio Coke se define como un simple comerciante.

Quienes lo apoyan se armaron hasta los dientes, atacaron departamentos de la policí­a y levantaron barricadas alrededor de Tivoli Gardens, vecindario de dónde también procede el primer ministro Burce Golding.

«Deben entenderlo, estamos peleando una guerra», indicó el comisionado jefe de la Policí­a Glenmore Hindos, mientras que los bancos de sangre buscaban donantes.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos califica a Coke como uno de los «narcotraficantes más peligrosos».

Es acusado de liderar desde 1990 una banda internacional denominada «The Shower Posse» que vende marihuana y pasta base de cocaí­na en Nueva York y otros lugares de Estados Unidos.

Fue formalmente procesado en agosto en Estados Unidos por conspiración para traficar drogas y armas ilegales. De resultar culpable enfrenta cadena perpetua.

El primer ministro de Jamaica inicialmente dudó en aprobar la extradición de Coke, pero luego firmó declarando el estado de emergencia y emitiendo una orden de captura contra el presunto capo narco hoy en la clandestinidad.