El secretario de Estado norteamericano John Kerry aseguró que una revisión de las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional logrará el equilibrio adecuado entre seguridad y privacidad, al tiempo que enfatizó que la indignación por el supuesto espionaje no debería obstaculizar las conversaciones sobre comercio entre Europa y Estados Unidos.
Después de reunirse con el canciller polaco, Kerry dijo hoy en Varsovia que los países europeos y otros tienen interrogantes «legítimos» sobre la vigilancia, que serán respondidos en conversaciones diplomáticas en privado.
«Debemos comprender que todos estamos juntos en esto», expresó Kerry. «Todos estamos esforzándonos por proteger a nuestros ciudadanos. Y debemos establecer el equilibrio correcto entre proteger a nuestros ciudadanos y también obviamente la privacidad de nuestros ciudadanos. Es un equilibrio que estamos tratando de lograr».
El canciller polaco Radoslaw Sikorski afirmó que habló con Kerry y que «hemos accedido a una cooperación más estrecha entre nuestros servicios para combatir las amenazas comunes».
Sikorski agregó que las cuestiones comerciales deberían estar separadas de las cuestiones de vigilancia.
«Son dos cosas separadas, dos órdenes distintos. Una pertenece a Europa misma, a la comunidad», afirmó. «La segunda es más bien de carácter nacional, depende de los estados individuales de cara a Estados Unidos».
Kerry dijo que el presidente Barack Obama ordenó una revisión completa de las actividades de la NSA (siglas en inglés de la agencia estadounidense), pero agregó que es importante que las preocupaciones por la NSA y otras actividades no afecten las conversaciones sobre la Asociación Trasatlántica de Comercio e Inversión. Algunos funcionarios europeos indicaron que la cuestión del espionaje podría tener un impacto negativo sobre las negociaciones.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque de 28 naciones, indicó el lunes que las conversaciones seguirán adelante y que la ronda de la semana próxima en Bruselas se concentrará en servicios, inversiones, energía y cuestiones regulatorias.
Un acuerdo comercial amplio entre la UE y Estados Unidos podría estimular el crecimiento y los empleos en ambos lados del Atlántico, eliminando gravámenes y barreras regulatorias que obstaculizan los negocios. El volumen comercial en bienes y servicios entre ambas economías —que representan casi la mitad de la producción global— totalizó 800 mil millones de euros (1.08 billón de dólares) el año pasado.
Pero las negociaciones sobre comercio se llevan a cabo bajo la incertidumbre que generaron las revelaciones sobre las supuestas actividades de espionaje de la NSA, incluida la interceptación del teléfono de la canciller federal alemana Angela Merkel. Algunos legisladores europeos influyentes han pedido la suspensión de las conversaciones.