El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, concluyó su visita de cinco días a Cercano Oriente en la que ha desarrollado una intensa actividad diplomática en varios puntos de la región sin lograr un claro avance en el conflicto entre palestinos e israelíes.

Kerry regresó hoy a Estados Unidos mientras entre israelíes y palestinos persiste la falta de consenso en detalles del acuerdo marco presentado por Estados Unidos. Un portavoz de la embajada estadounidense en Tel Aviv señaló que no se sabe con exactitud cuándo volverá Kerry a la región. Algunos medios israelíes habían señalado que el político estadounidense regresaría el próximo fin de semana.

   Antes de que concluya en abril el plazo de nueve meses dado a las conversaciones, Kerry quiere lograr que israelíes y palestinos aseguren los puntos clave de un futuro acuerdo de paz.

   Acerca de los detalles del acuerdo, el secretario de Estado guarda silencio, según los medios, para que las partes se pongan de acuerdo en los puntos todavía problemáticos, como lo es el tema del control del Valle del Jordán, en la frontera este de un futuro Estado palestino, que ambas partes ambicionan.

   El ministro de Asuntos Exteriores israelí se manifestó inusualmente moderado sobre el proceso de paz y según indicaron hoy medios israelíes, se mostró favorable a aceptar la propuesta de mediación de Kerry. «Tenemos que entender que cada nueva oferta que recibamos de la comunidad internacional será mucho peor para nosotros», dijo el ministro. «No vamos a recibir una oferta mejor», agregó el presidente del partido ultraderechista Israel Beitenu (Nuestra Casa Israel).

   Desde la tarde del jueves, Kerry ha estado yendo y viniendo, en conversaciones con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente palestino, Mahmud Abbas. El domingo viajó a Jordania y Arabia Saudí para buscar el respaldo árabe a su mediación. Arabia Saudí mostró un apoyo «entusiasta» a las conversaciones de paz que se reanudaron en julio pasado, según manifestó el político estadounidense tras entrevistarse con el rey saudí Abdullah. La iniciativa de paz árabe de 2002 forma parte del acuerdo marco que Estados Unidos intenta ahora que las partes acepten.