Dos rebeldes extremistas islámicos murieron el lunes luego que las fuerzas militares de Kenia iniciaron una operación para rescatar a un número indeterminado de rehenes en el interior del lujoso centro comercial Westgate de Nairobi, informó el ministro del Interior keniano.
Luego que cuatro fuertes explosiones sacudieron el lunes el centro comercial Westgate, lanzando columnas de humo, el ministro del Interior Joseph Ole Lenku dijo que los dos rebeldes murieron durante «nuestras actividades matutinas».
El jefe de fuerzas de la Defensa Kenia, el general Julius Karangi, dijo que combatientes de un gran número de países participaron en el ataque que se ha atribuido el grupo rebelde somalí al-Shabab vinculado con la red al-Qaida.
«Tenemos cierta idea de quienes son estas personas y claramente son una colección multinacional de todas partes del mundo», informó.
El ministro agregó que algunos de los rehenes han sido liberados y son pocos los que siguen retenidos.
En el tercer día de una crisis de rehenes, las explosiones fueron seguidas por descargas de armas de fuego y luego por una gruesa y oscura columna de humo. Helicópteros y un avión de la policía y el ejército sobrevuelan el centro comercial de Nairobi dando a los vecinos del lujoso Westlands la sensación de una zona de guerra.
Los intentos de las fuerzas de seguridad un día antes por rescatar a un número indeterminado de rehenes fracasaron pese a que el ejército anunció que «la mayoría» de los retenidos ha sido rescatada. Funcionarios kenianos han señalado que mantener con vida a los rehenes es la máxima prioridad, lo que ha complicado las tareas de rescate.
Kenianos y extranjeros se encuentran entre los muertos confirmados, entre ellos británicos, franceses, canadienses, indios, un ghanés, un sudafricano y una china. La Oficina del Exterior de Reino Unido informó el lunes que había confirmado la muerte de cuatro británicos.
Desde la vecina Somalia, el vocero Sheik Alí Mohamud Rage, de al-Shabab, dijo en un audio publicado en internet que quienes vigilan a los rehenes tienen la orden de «tomar acciones punitivas contra los rehenes», en caso de que fuera usada la fuerzas en un intento por rescatarlos.