El ex líder político de los serbobosnios, Radovan Karadzic, inculpado desde hace 13 años de genocidio por el Tribunal Penal Internacional (TPI) para la ex Yugoslavia, debía hacer hoy su primera aparición pública desde hace varios años al comparecer ante el TPI.
Ante una sala de audiencias que promete estar abarrotada -el TPI ha tenido que instaurar un procedimiento de acreditación especial por la afluencia de medios de comunicación- el que fue hasta la semana pasada uno de los dos fugitivos más buscados de Europa, comparecerá ante el juez holandés Alphons Orie.
Según el procedimiento en vigor, el juez debería detallar los 11 cargos que se le imputan por genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad por su implicación en la guerra de Bosnia (1992-1995), que dejó más de 100 mil muertos y 2,2 millones de desplazados.
Le pedirá identificarse dando su nombre y fecha de nacimiento y le preguntará si se declara culpable o inocente, pero Karadzic, que ya ha anunciado su intención de defenderse sólo, podría utilizar un plazo legal de 30 días para pronunciarse.
El acusado fue encarcelado ayer al amanecer en el centro de detención del TPI en Scheveningen, tras su traslado en avión desde Belgrado, donde había sido detenido la semana pasada.
A juzgar por otros acusados antes que él, Karadzic podría aprovechar su comparecencia inicial para hacer sus primeras declaraciones públicas desde hace más de una década.
En efecto, el juez le pedirá si tiene alguna queja sobre las condiciones de su detención por el TPI u otra cosa a señalar.
Una ocasión que este vehemente orador -que profería desde 1991 amenazas al parlamento bosnio presagiando «la aniquilación» de los musulmanes por los serbios si Bosnia se declaraba independiente- no debería desaprovechar.
El hermano del acusado declaró hoy a un periódico ruso que Radovan Karadzic ya preparaba su defensa mientras todavía estaba fugado.
«Se ha preparado bien para su posible arresto y piensa que todo irá bien», dijo al periódico Izvestia, precisando que su ordenador portátil y 50 discos con documentos para su defensa habían sido confiscados.
Nadie conocía hasta hoy por la mañana la nueva apariencia del fugitivo.
Pero en una foto publicada en la portada del periódico serbio Blic, tomada el lunes poco antes de su transferencia a La Haya, aparecía más delgado, con el pelo blanco, corto, peinado hacia detrás y con una ligera sonrisa en los labios.
El ex hombre fuerte de Pale, la capital de la autoproclamada República de los Serbios de Bosnia durante la guerra, que había ejercido de psiquiatra en Sarajevo antes del conflicto, estuvo irreconocible durante su fuga.
En el momento de su arresto, lucía una gran barba blanca y abundante cabellera, llevaba gafas y sombrero, y ejercía la medicina alternativa bajo la identidad del doctor Dragan Dabic en Belgrado.
Radovan Karadzic, 63 años, era junto al líder militar serbobosnio Ratko Mladic, cuyo paradero se desconoce todavía, uno de los dos fugitivos más buscados de Europa.
Es considerado como el cerebro de la «limpieza étnica» lanzada, con el apoyo de Belgrado, según el fiscal del TPI, contra los musulmanes y los croatas durante la guerra de Bosnia.
Además de la masacre de 8 mil hombres y niños musulmanes en Srebrenica, en el este de Bosnia, en 1995, también deberá responder del sitio de Sarajevo y de la detención de miles de civiles en campos, principalmente en la región de Prijedor (noroeste de Bosnia).
El ex jefe político de los serbobosnios, Radovan Karadzic, denunció hoy «irregularidades» en torno a su arresto y negó que éste se hubiera producido el 21 de julio tal y como anunció la justicia serbia, en su primera comparecencia ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) para la ex Yugoslavia.
«Han sido mal informados de la fecha de mi arresto. Hay numerosas irregularidades en lo que concierne mi relación con esta institución (el TPI) y mi comparecencia aquí. Hay irregularidades en lo que concierne mi llegada aquí», declaró Karadzic.
El presunto criminal de guerra, de 63 años, que durante más de diez años figuró como uno de los prófugos más buscados de Europa, compareció con un traje azul oscuro, una camisa gris y el pelo corto.
El ex jefe político de los serbobosnios, Radovan Karadzic, inculpado de genocidio desde hace 13 años, solicitó hoy hacer uso de un plazo legal de 30 días antes de declararse culpable o inocente ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) para la antigua Yugoslavia.
Radovan Karadzic, de 63 años, declaró que el juez Alphons Orie «comprende perfectamente» su posición de negarse a declararse culpable o inocente hoy, durante su primera comparecencia.
El juez fijó, entonces, una nueva fecha. «Decido pues, por la presente, programar una nueva comparecencia ante la sala el 29 de agosto, declaró el juez Orie.
Radovan Karadzic, que durante más de diez años fue uno de los dos fugitivos más buscados en Europa, se personó vestido con traje azul marino y camisa gris, y el cabello corto peinado hacia atrás.
Interrogado por el juez holandés Alphons Orie sobre la ausencia de abogados en esta comparecencia inicial, respondió: «Tengo un consejero invisible. He decidido defenderme a mí mismo».
Acto seguido el juez resumió los once cargos que pesan sobre él por genocidio y crímenes de guerra y contra la Humanidad por su implicación en la guerra de Bosnia (1992-1995), que dejó más de 100 mil muertos y 2,2 millones de desplazados.