Kaká regresa lesionado y vive en el gimnasio


Kaká se pasó 68 dí­as en el gimnasio la temporada pasada: 25 en invierno y 43 en primavera. Pudo ir a Sudáfrica y jugar el Mundial, sí­. Pero la rutina con el Madrid que parecí­a rota con la canarinha ha vuelto de nuevo. El brasileño lleva cuatro dí­as en Los íngeles -llegó con un dí­a de retraso- y todaví­a no ha pisado el césped.


Vive otra vez en el gimnasio. De momento, en el de la UCLA, que está abierto a los estudiantes. De todas formas, nadie, entre camisetas del Manchester United y demás equipos, parece haberse percatado de su presencia.

Llega Kaká al campo de entrenamiento, pero para cuando José Mourinho empieza la charla técnica ya está en el gimnasio con Santi, uno de los recuperadores fí­sicos. El trabajo es el de siempre: ejercicios para fortalecer la musculatura de los abdominales y de los aductores, las zonas afectadas por la pubalgia.

Kaká ha vuelto de las vacaciones con los mismos dolores. Y no parece que vaya a recuperarse rápidamente. Así­ lo dio a entender el lunes Higuaí­n: «Lo más importante es que se recobre del todo. Le necesitamos al ciento por ciento y sabe que tendrá que volver cuando llegue a ese porcentaje».

Nadie en el Madrid se atreve a decir en qué porcentaje se encuentra Kaká. Pero sí­ descartan que pase por el quirófano. Entre otras razones, porque, según los médicos, ya nadie se opera de pubalgia. Hace 10 años, el 50% de los jugadores de la Premier habí­a pasado por el quirófano por esa dolencia. En la Liga, el último jugador que se operó -los médicos aseguran además que los tiempos de recuperación son larguí­simos- fue Morientes cuando estaba en el Madrid. Ahora se opta por terapias conservadoras. Los ejercicios varí­an en función del dolor: cuando es muy fuerte, el jugador camina en el agua para no encontrar resistencia; luego, cuando baja, puede utilizar las máquinas del gimnasio.

Es lo que hizo Kaká el curso pasado. Para él duró seis meses. Demasiado poco para un futbolista por el que el Madrid pagó 65 millones de euros. Habí­a 50.000 personas el dí­a de su presentación en el Bernabéu.

Kaká aterrizó en Madrid tras ganar la Copa Confederaciones, en la que fue elegido el mejor jugador. Parece que hayan pasado siglos. La máquina se rompió el 13 de diciembre en el Camp Nou. La pubalgia le obligó a quedarse varias semanas en el gimnasio. «Es una lesión complicada. Duele mucho. Lo nota en cualquier movimiento, hasta cuando se baja de la cama», explicó Jorge Valdano mientras muchos empezaban a dudar del brasileño.

Kaká reapareció en el Bernabéu el 10 de enero, bajo una nevada, contra el Mallorca. Aguantó 10 encuentros, hasta la eliminación en la Champions ante el Lyon. El dí­a siguiente a la derrota, el mediapunta apareció en el parte médico por un problema muscular y no viajó a Valladolid. Ni a Getafe. Ni a Santander. No volvió a viajar hasta finales de abril. En Zaragoza entró en la segunda parte por Gago, en el minuto 74, y marcó el gol de la victoria. Era el antepenúltimo partido de la Liga. Dos semanas después, Dunga daba la lista de Brasil para el Mundial. Kaká viajó. Lo hizo tras pasar 68 dí­as en el gimnasio, perderse 15 partidos y haber jugado enteros tan solo siete. En el Madrid le siguen esperando.