Juzgan en ausencia en Francia a militares chilenos


Doce militares y un civil chilenos y un militar argentino comenzaron a ser juzgados en ausencia el miércoles por un tribunal francés por la desaparición de cuatro franceses durante la dictadura en Chile, cuatro años después de la muerte del principal acusado, Augusto Pinochet.


Georges Klein, consejero del difunto presidente chileno derrocado por el golpe militar Salvador Allende; el ex sacerdote Etienne Pesle, que trabajaba en la reforma agraria en el sur de Chile; Alphonse Chanfreau, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) secuestrado en Santiago; y Jean Yves Claudet Fernández, militante del MIR secuestrado en Buenos Aires, desaparecieron entre 1973 y 1975.

El Tribunal de lo Criminal de Parí­s presidido por el juez Hervé Stephan y en presencia del fiscal Pierre Kramer abrió el juicio en presencia de familiares de los cuatro franceses, 12 años después de iniciada la instrucción, en octubre de 1998, justo cuando Pinochet era detenido en Londres.

Roberto Pesle, Natalia Chanfreau y Vanessa Klein, hijos de los franceses desaparecidos hace 37 años y Jeanine Claudet, hermana de Jean Yves, estaban presentes en la sala sentados frente al espacio reservado para los acusados, una cabina cerrada de vidrio grueso completamente vací­a.

Las familias de los cuatro franceses desaparecidos por agentes de la dictadura chilena cuando tení­an entre 24 y 46 años de edad, están representadas por los letrados franceses William Bourdon y Sophie Thonon.

También son querellantes la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), la Liga por los Derechos Humanos (LDH), la Asociación de Ex Presos Polí­ticos Chilenos en Francia (AEXPPCH) y la Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (CODEPU).

«Este es un juicio a la dictadura chilena pero también postmortem a Pinochet», afirmó Thonon minutos antes de entrar a la sala.

En la lista de acusados figuraba inicialmente Augusto Pinochet, fallecido el 10 de diciembre de 2006 a los 91 años de edad, sin haber sido nunca condenado por violaciones a los derechos humanos durante su régimen (1973-90) que dejó más de 3.000 muertos y desaparecidos y unas 30.000 personas torturadas.

Los 14 acusados, entre éstos el ex jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policí­a polí­tica) Manuel Contreras, en la cárcel en Chile, son juzgados por «secuestro arbitrario acompañado o seguido de tortura y actos de barbarie» de los cuatro franceses.

«Aunque no estén aquí­, sabrán que serán condenados», sostuvo Thonon, que reivindicó el juicio «como una forma de hacer el duelo con las familias» de los cuatro franceses desaparecidos.

Vestido con su toga negra y por encima una imponente capa roja con cuello blanco, el juez Stephan leyó la lista de unos veinte testigos que comparecerán a partir del jueves, entre éstos familiares, ex compañeros de trabajo, y conocidos abogados procedentes de Chile, Brasil, Francia, España y Suiza.

Entre los juristas figuran el francés Roger Le Loire, los chilenos Roberto Garretón, Carmen Hertz, Joan Garcés y el paraguayo Martí­n Almada.

Los inculpados, tampoco representados por abogados, podrí­an ser condenados a la pena máxima, es decir cadena perpetua, por ser de un juicio en ausencia.

La justicia francesa es competente para juzgarlos por tratarse de un «crimen cometido (…) por un extranjero fuera de territorio francés contra una ví­ctima francesa», recordó el ugier al iniciar la lectura del acta de acusación de 190 páginas que concluirá el jueves.

El juicio se prolongará hasta el 17 de diciembre, dí­a en que el tribunal pronunciará su sentencia tras escuchar los alegatos de la acusación.

Francia condenó a cadena perpetua en 1990 al ex capitán de la marina argentina, Alfredo Astiz, por la desaparición de dos religiosas francesas durante la dictadura en ese paí­s (1976-83), Sophie Domont y Leonie Duquet.

A pedido de los abogados de las familias, este juicio es filmado «para la historia» como se llevó a cabo durante el proceso en Francia al oficial nazi Klaus Barbie en 1987.