Dos de cada tres jóvenes entre los 15 y los 29 años, de América Latina, el Caribe y España, fueron optimistas respecto a su futuro, al asegurar que su trabajo y su esfuerzo contribuirán en gran medida con sus proyectos de vida, pero desconfían de las oportunidades que puedan ofrecerles sus países.
Los resultados fueron presentados recientemente por la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ), entidad que realizó la Primera Encuesta Iberoamericana de Juventudes, un proyecto único en la región que busca conocer las opiniones de esa parte de la población respecto a la política de sus países y a la participación ciudadana, entre otros temas.
Los primeros datos de la encuesta revelaron que dos de cada tres jóvenes, hombres y mujeres, cree que dentro de cinco años estará mejor que ahora, sin embargo, confían más en su propio porvenir que en el de sus países.
Los principales problemas que los jóvenes de la región enfrentan es la violencia y la inseguridad, seguido por la drogadicción, el alcoholismo y el desempleo, reveló la encuesta elaborada por la Organización Iberoamericana de Juventud, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La investigación muestra que la violencia y la inseguridad son el principal problema que enfrentan los jóvenes en toda la región analizada, mientras que la drogadicción y el alcoholismo prevalecen en Brasil y el desempleo en Centroamérica.
La falta de oportunidades de empleo digno y una economía estable durante la juventud fueron los problemas más mencionados por las y los encuestados en la Península Ibérica.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), otra de las entidades que apoya la iniciativa, creó el Índice de Expectativas Juveniles para realizar la encuesta, un ranking que mide el grado de expectativa positiva o negativa que tienen los jóvenes de cada país respecto del futuro, a partir de una serie de variables.
Ecuador, Costa Rica y Nicaragua surgen como los países con los jóvenes más optimistas, seguidos por Uruguay, Venezuela y Panamá, con una amplia expectativa sobre el futuro, mientras que en el lado opuesto aparecen Portugal, Guatemala y Brasil, que obtuvieron las opiniones menos alentadoras, reveló la encuesta de la OIJ.
Medir las expectativas juveniles es fundamental para la región, especialmente en momentos en los que América Latina experimenta muchas movilizaciones sociales en las que la juventud ha sido protagonistas, al demandar mejores servicios públicos y trato digno, aseguró el director del PNUD para América Latina, Heraldo Muñoz.