Justicia debe intervenir tras acusación de fraude


La derrotada candidata a la dirección del Partido Socialista francés, Segolene Royal, en las internas de 2008, consideró que la justicia debe intervenir tras las acusaciones de fraude lanzadas en un libro contra su rival, Martine Aubry, sin descartar una nueva consulta a la militancia.


Royal, que perdió las internas del PS celebradas el 21 de noviembre de 2008 por 102 votos en favor de Aubry, respaldada por los barones del partido, consideró hoy que ante las acusaciones conocidas esta semana debe «acudirse a los tribunales y si se confirma ese fraude, ver qué corresponde después en el marco de un contencioso electoral».

«Hay principios fundamentales que son el respeto de la ley, la aplicación de la ley, las sanciones de los fraudes», afirmó Royal a la radio francesa France Inter. «Inclusive si es doloroso, inclusive si es difí­cil, la ley tiene que aplicarse» en el Partido Socialista, agregó.

Las acusaciones de fraude están contenidas en un libro titulado «Hold-ups, arnaques et trahisons» («Atracos, estafas y traiciones» de editorial Moment), que salió a la venta esta semana en Francia.

Los dos periodistas, Antonin André y Karim Rissouli, afirman que algunas estimaciones valoran «el alcance del fraude en mil votos en favor de Aubry», y aunque aseguraron que tienen pruebas de sus afirmaciones, dijeron que no las publicaron por «cortesí­a».

Acusaciones similares contra el campo de Aubry, ya habí­an circulado en los dí­as siguientes a esas reñidas internas socialistas que debilitaron aún más a esta formación, que sigue perdiendo terreno desde su derrota brutal en las presidenciales de 2002.

Royal, de 55 años, que mantiene viva su ambición por llegar a la presidencia de la República, tras su primer y fallido intento en 2007 frente a Nicolas Sarkozy, dijo que «si se confirma el fraude» será «necesario sancionarlos (…) consultar eventualmente a los militantes y proceder a una nueva votación.

«El PS no es una zona sin derecho y hacer fraude con un voto, en una asociación, en un partido, en la sociedad, es un delito penal», afirmó la dirigente socialista que aclaró que no tiene intenciones de convertir este asunto en algo «personal» con Aubry «ni en una ocasión para la revancha».

Las dos mujeres protagonizaron una encarnizada lucha por llegar a la cima del PS, que hasta el año pasado estuvo en manos de Francois Hollande, ex compañero de Royal y padre de sus hijos.

Royal, ex ministra y actual presidenta de la región Poitou-Charentes (centro-oeste), que revolucionó el mapa polí­tico francés con su irrupción en la carrera por la presidencia, lo cual le valió el apodo de «Zapatera», en alusión al presidente del gobierno español, José Luis Rodrí­guez Zapatero, aspira a renovar su candidatura al Elí­seo en las elecciones de 2012.

Sin embargo, no quiere actuar «precipitadamente» en lo que se refiere a las acusaciones del libro en cuestión pues «lo que diga será un acto polí­tico», confiaba esta semana un diputado cercano a la dirigente.

En el PS esta semana afirmaban que «en ese libro no hay nada nuevo».

En todo caso, para Martine Aubry, de 59 años, ex ministra de Trabajo de Francia, reputada por haber sido la artí­fice de la semana laboral de 35 horas, se limitó a decir que habí­a «oí­do hablar del libro y parece que es malintencionado con los socialistas».

«Esto me recuerda el Tour de France (…) todos se dopan, solo que hay uno que está un poco mejor dopado que otro», dijo irónicamente el dirigente ecologista y eurodiputado Daniel Cohn Bendit.