Julio Bocca se despidió frente a una multitud en Buenos Aires


Julio Bocca, danzarí­n argentino, ofreció su última presentación pública.

El popular bailarí­n argentino Julio Bocca brindó el sábado un espectáculo al pie del Obelisco porteño junto a figuras de la danza de todo el mundo con el que puso fin a su carrera de un cuarto de siglo frente a una multitud que selló su despedida con una ovación.


Bocca eligió un escenario sin telón para dar sus últimos pasos de baile y una puesta majestuosa gratuita y al aire libre de la que disfrutaron algo más de 300 mil personas, según los organizadores.

Junto a los bailarines argentinos Maximiliano Guerra y Eleonora Cassano, Bocca abrió con el ’pas de trois’ de «El corsario» su último espectáculo que repasó cuadros emblemáticos del ballet, pero también abordó el tango, folklore y jazz en una muestra de la versatilidad con la que encaró toda su carrera.

«Fue una noche maravillosa, gracias y hasta siempre» fueron las palabras con las que selló su adiós a las tablas envuelto en una bata blanca y bajo una lluvia de champaña rodeado de artistas y amigos tras casi tres horas de danza que terminaron al filo de la medianoche.

«Julio no se va, Julio no se va», coreaba una multitud heterogénea que se habí­a apostado en la céntrica avenida 9 de Julio desde las primeras horas de la tarde para asegurarse un lugar cercano al imponente escenario de 900 metros cuadrados rematado por cinco pantallas gigantes.

Bocca bailó un cuadro de «Don Quijote» junto a la canadiense Tamara Rojo, primera bailarina del Royal Ballet de Londres y un fragmento de «Lago de los Cisnes» con la rusa Nina Ananiashvili, directora del Ballet de Georgia.

También lo acompañaron en el escenario el cubano José Manuel Carreño, figura del American Ballet Theatre y el francés Manuel Legris, estrella de la Opera de Parí­s, además de los argentinos Hernán Piquí­n, Victoria Blanza, Lucas Oliva y Viviana Vigil, entre otros.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue el cuadro que bailó junto a la argentina Cecilia Figueredo sobre «Tonada del viejo amor», un clásico del folklore argentino que interpretó en el escenario la cantante Mercedes Sosa, que junto a Lito Vitale, Sandra Mihanovich y la ’Mona’ Giménez le pusieron su voz al espectáculo.

Para el final Bocca prefirió improvisar un solo sobre una versión en ritmo de jazz del tema «A mi manera» que cantó el argentino Diego Torres.

Bocca recibió otra gran ovación cuando bailó el tango de Carlos Gardel «El dí­a que me quieras» junto a Cassano con quien conformó una dupla que derribó los lí­mites elitistas del ballet clásico y acercó la danza al campo popular.

«Deja de bailar pero no va a dejar la danza. Demostró que se pueden hacer las cosas con el corazón y que se puede llegar a todos y no sólo a los elegidos», dijo Nancy, la madre del bailarí­n, en cuyo modesto estudio de danzas Bocca dio los primeros giros que lo consagraron luego en los escenarios internacionales.

El de Buenos Aires fue el último espectáculo con el que coronó un largo adiós en una gira mundial de despedida que abarcó Parí­s, Madrid, Cádiz, Valencia, Bilbao, Roma, Milán, Moscú, Washington, Porto Alegre y Montevideo.

A los 40 años, Bocca adelantó que dejará de bailar pero seguirá al frente del Ballet Argentino del que es fundador y de la conducción artí­stica del Teatro Maipo de Buenos Aires.