El juez que imputó a la infanta Cristina el pasado 7 de enero prohibió hoy introducir teléfonos celulares, laptops y otros dispositivos electrónicos en los juzgados de Palma durante su declaración el próximo 8 de febrero.
El magistrado José Castro pretende así evitar la filtración de imágenes y sonidos. Además, la intervención de la hija menor del rey Juan Carlos de España solo será grabada en audio, y no en vídeo, atendiendo así a la petición de su defensa.
Cristina declarará por primera vez ante la Justicia como imputada en el marco del «caso Nóos», una supuesta trama de corrupción que salpica desde hace tres años a su marido, Iñaki Urdangarin, también imputado en la causa.
El pasado 7 de enero el juez Castro imputó a la infanta por presuntos delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales, provocando un gran revuelo en España.
En un auto de 227 páginas consideró que hay indicios suficientes para citar a Cristina, ya que es copropietaria de una sociedad -Aizoon- de la que Urdangarin se habría servido para defraudar a Hacienda y desviar parte de los seis millones de dinero público de los que presuntamente se apropió.
La instrucción del caso dura ya tres años y se ha convertido en un «martirio» para la familia real española, según confirmó a principios de año la propia casa del rey. La supuesta trama de corrupción ha sumido a la monarquía española en la peor crisis de imagen de los 38 años de reinado de Juan Carlos.