Luego de los acontecimientos suscitados en Cunén, Quiché, donde los pobladores quemaron la subestación policial, la casa de un presunto responsable de robo de infantes y el Juzgado de Paz; el juez de aquella región se presentó a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), para presentar informe.
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En dicho informe el juez Mario Calderón narró en primer lugar que el pasado 29 de junio último una persona le presentó una denuncia sobre la desaparición de dos niños de 6 y 7 años, uno de los cuales fue hallado en la esuela de Cunén con síntomas de haber sido sedado o drogado, cerca del mediodía de la fecha que se presentó la denuncia fue encontrado el mayor de los hermanos.
En tanto el juez ordenó que el oficio fuera remitido al municipio de Santa María Nebaj, lugar en el que labora un Juzgado de Primera Instancia.
El agente de la Policía Nacional Civil, avisó a Calderón que en la aldea San Siguán había sido detenido un hombre que confesó ser quien efectuaría la compra de los infantes. A las seis de la mañana del lunes último varias decenas de personas se dirigieron en camiones hacia la casa del capturado.
Caso politizado
Calderón informó sobre otro grupo que instaba constantemente a las personas a realizar acciones en contra de los lugares que fueron dañados, (alcaldía y juzgado), estos fueron calificados por el juez como «agrupaciones políticas».
El juez de Cunén indicó que estas agrupaciones pretendían sacar provecho de la situación, no obstante, no indicó a qué organización o partido pertenecían las personas, las cuales están en proceso de individualización.