En el siglo XIV siete trovadores burgueses dispusieron reunirse periódicamente en el jardín de los alrededores de Tolosa para hablar de poesía, como se acostumbraba en Atenas y Roma.
En el siglo XIV siete trovadores burgueses dispusieron reunirse periódicamente en el jardín de los alrededores de Tolosa para hablar de poesía, como se acostumbraba en Atenas y Roma.
A las juntas les dieron el nombre de Colegio de Gay Saber o de la Gaya Ciencia. Gay en provenzal equivale a alegre, hacer a la ciencia por medio de la poesía. Hicieron un llamado a «Los honorable señores amigos y compañeros que poseyesen la ciencia de donde nace la alegría, el placer, el buen sentido, el mérito y la cortesía», para que en mayo se reunieran bajo la sombra de los árboles de un jardín, por la tarde, a leer poemas a manera de concurso. El primer premio sería una violeta de oro.
El llamamiento fue oído y así, el 3 de mayo de 1324 se llenó con los trovadores concursantes el lugar de las sesiones. La violeta de oro la obtuvo ARNAUD VIDAL DE CASTELNAUDARY por su poema en honor a la Virgen.
En 1355 se redactaron los estatutos llamados Leyes de Amor. A los miembros de la Junta Directiva se les llamó Mantenedores. En las juntas directivas se mantuvo el número siete. Se excluyeron los judíos, los sarracenos, los blasfemos y los excomulgados.
Al trovador premiado se le llamó Bachiller de la Gaya Ciencia y al que ganara tres veces, Doctor y Maestro.
El concurso alcanzó fama y por ello se fundaron tres premios. Los premiados algunas veces pasaban a las Cortes.
Más tarde se reunieron en el Capitolio, cada año en mayo. En 1684 se suspendió la actividad por una peste que invadió el Sur de Francia.
Pero el Siglo XV, Clemencia Isaura restableció el concurso. Se decía que ella era descendiente de los Condes de Tolosa. Ella misma cultivaba la poesía. En 1500 estableció el Colegio de los JUEGOS FLORALES y en su testamento dejó una renta considerable para su mantenimiento.
Clemencia Isaura murió en 1513 y la Fundación Clemencia siguió con el concurso de poesía, pero derrocharon el dinero y así se suspendieron los Juegos Florales.
La tercera época del concurso estuvo a cargo de Canciller de Francia. Se fundó una Academia y en ella se escribieron tratados de versificación y figuras retóricas, útiles para los poetas.