Juegos del ayer: el totito


Una versión del juego de totito, en un parque infantil. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Francisco Vanrell

Los juegos infantiles son los culpables de la mayor parte de las alegrí­as de la vida, o por lo menos eso aseguran algunos cí­rculos de eruditos. Imaginación pura o actividades casi totalmente desprovistas de objetos necesarios para practicarlas forman parte de la cotidianeidad infantil. Fue mi intención intentar recordar alguno de aquellos juegos de la infancia y sus caracterí­sticas principales, porque como dicen por ahí­: todos llevamos un niño interior adentro nuestro.


Una variante del totito. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Luego de una exhaustiva investigación dentro de los recovecos de la memoria infantil (dignos estos laberintos de esconder sendos minotauros) di con un juego que no por simple ha sido olvidado por las generaciones modernas, tan adeptas a la Playstation, la X-box y el sorteo del loto 5.

TOTITO

Poco es lo que se guarda en los viejos archivos sobre el totito, también conocido como tres en lí­nea, tres en raya, el juego del gato, triqui, tres en gallo, michi o la vieja. Como la mayorí­a de los entretenimientos de este tipo, han sido transmitidos generación a generación por ví­a oral o telepática.

Este redactor ha podido dar solamente con una historia referida al juego, aunque faltaban algunas partes en el pergamino, muy probablemente a causa de la poca preocupación en su cuidado. A continuación transcribimos lo que fuera encontrado en el tomo 5º del «Compendio de Actividades Lúdicas» conservado en el Archivo General de la República Cooperativa de Guyana:

«…los negros. En la región sur de Irán fueron encontradas inscripciones en piedra que parecen seguir el patrón de un juego de tatetí­, con sus caracterí­sticas cuadrí­culas, cí­rculos y cruces. Algunos investigadores, sin embargo, aseguran que las marcas en los muros son antiguos cálculos matemáticos persas (…) también hay datos del antropólogo serbio Dimitri Tadic que asegura haber escuchado a un narrador oral contar una historia en la que dos reyes confiaban el destino de una región al mejor de 7 partidas de un juego conocido como cí­rculos y cruces. Los detractores de Tadic acusan al serbio de haber fabulado dicho encuentro a fin de encubrir una cuantiosa suma otorgada por el gobierno para realizar investigaciones secretas en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. (…)

En América, su introducción fue tardí­a, traí­da por los inmigrantes españoles, italianos, franceses y demás europeos quiénes a su vez los habí­an heredado de sus antepasados romanos. Los romanos lo llamaban terni lapilli («tres piedras»), dada su caracterí­stica de jugarlo con tres piedras por participante en vez de marcas en el tablero. (…)

¿Quién escribió esto? Pues, Alvar Fanez Montrei, Anno MDCLXXIII, a dí­as X de Maio. Barí§alona»

El pergamino no revela mayores indicaciones, sin embargo, pueden reconstruirse algunas hipótesis:

1- La veracidad del documento es sumamente discutible. La fecha indicada en el explicit no concuerda con las referencias a la Segunda Guerra Mundial, ni con la mención de la inmigración europea hacia América.

2- El hecho de que se trate de un pergamino, si tomamos la fecha mencionada de 1673, es incoherente. Para esa época ya existí­a el papel y la imprenta (que fue desarrollada a mediados del siglo XV), lo que supondrí­a una anacroní­a el uso de un pergamino.

3- Los investigadores que han tenido en sus manos el documento, aseguran que el estilo de letra y la sintaxis son propiamente modernas, contra lo que indicarí­a la fecha en el explicit. Un copista medieval o renacentista no utilizarí­a la frasí­stica que se encuentra en el pergamino.

4- Por lo tanto, la hipótesis es que se trata de un documento apócrifo muy mal confeccionado.

Llegado a este punto, lo más acertado fue intentar una descripción aproximativa al juego del tatetí­, dejando de lado la incomprobable procedencia histórica y centrándose en material empí­rico.

PARTICIPANTES

El número ideal es el de dos jugadores. Aunque hay algunos datos de competencias entre tres o más participantes, llegando incluso a desarrollarse en Islandia un partido entre dos equipos de 16 integrantes cada uno. Los mismos iban turnándose un movimiento cada uno. Sin embargo, se comprobó que era sumamente difí­cil llevar el registro de a quién tocaba el turno luego del movimiento 132 (es preciso notar que se jugó en la variante romana, explicada más abajo).

OBJETOS

– Tablero o área de juego

– Piezas (sólo en la modalidad romana)

– Biromes, marcador, fibra, tiza, carbón, ladrillo, ramitas, caños, etc. (en la modalidad cí­rculos y cruces y dependiendo del material del tablero)

MODALIDADES

Básicamente existen dos tipos de totito:

Romano: (de origen romano, por eso su nombre) en éste, el tablero consta de nueve puntos equidistantes, tal como se ve en la imagen. Ambos jugadores tienen tres piezas cada uno (piedras, bolitas de papel, tapitas de cerveza, etc.) que irán colocando por turnos hasta completar las seis y luego moverán hasta que uno de los dos logre formar una lí­nea. í‰se será el ganador del juego.

Cí­rculos y cruces: en ésta modalidad el área de juego representa una cuadrí­cula con nueve espacios. La superficie del tablero puede ser un papel, una roca, una vereda, mesas, paredes (las madres suelen enojarse en estos últimos casos). También puede hacerse en la arena o tierra, marcando surcos con un palito. Hay quiénes han intentado jugarlo en el agua, pero en el lí­quido es imposible hacer surcos estables (a menos que se juegue con Moisés). Luego de marcado el tablero, los participantes harán sus marcas (usualmente cí­rculos y cruces) por turnos. El que logre engañar a su contrincante y hacer una lí­nea será el vencedor. Nota: este tipo de totito suele terminar en empate, lo que para algunos representa una desilusión luego del tercer partido.

NíšMEROS

Existen 765 posiciones esencialmente distintas y 26 mil 830 partidas posibles en la modalidad cí­rculos y rayas.

VARIANTES

Existen posibilidades para hacer de este juego más atractivo en personas mayores a 12 años, aumentando, por ejemplo el tamaño del tablero, o incluso es posible idear un totito tridimensional, aunque resulta complicado, quizás, jugarlo, dada su imposibilidad de apoyarlo en una superficie (lo que obstaculizarí­a el casillero central inferior).

Se han desarrollado también versiones informáticas del juego, permitiendo a las principiantes practicar contra la computadora antes de enfrentarse con jugadores más experimentados.

Algún filosofero, predicador, sofista, aforista o vendedor de cosméticos podrá expresar, con intenciones de darse aire de superiores que «la vida es como un ta te tí­, mientras la mayorí­a tarda años en lograr una lí­nea recta, el gran número de partidas termina en empate.»