Juego? después aprendo


Promover valores como la solidaridad, responsabilidad, transparencia y trabajo en equipo, es el objetivo que persigue el programa «Cultura Tributaria», impulsado por la Superintendencia de Administración Tributaria, SAT, con el apoyo de la Dirección de Calidad Educativa, DICADE, del Ministerio de Educación, MINEDUC, el cual les enseña a los niños, niñas y adolescentes de 6 a 13 años, la importancia de contribuir al desarrollo del paí­s, a través del pago de impuestos.

Juan Manuel Castillo
lanana2@itelgua.com

«En Guatemala se cree que los impuestos son un castigo», expresa Juanita Uribe, consultora permanente del programa, quien explica que se debe enseñar a la niñez que a través de estos se financian las polí­ticas públicas dirigidas a toda la población, principalmente a las niñas y niños guatemaltecos, por lo que la iniciativa promueve indirectamente todos los derechos de la niñez y la adolescencia que están estipulados dentro de la legislación nacional e internacional.

Uribe explica que la iniciativa busca reforzar directamente el derecho constitucional de la niñez a la educación a través de un aprendizaje lúdico, donde niños y niñas puedan aprender y jugar simultáneamente.

Por ello, se crearon los juegos de la cultura tributaria, donde niños, niñas y adolescentes estudiantes de primaria, pueden aprender, acerca de conceptos básicos relacionados al tema, como por ejemplo: qué es una factura, para qué sirve el Impuesto de Valor Agregado, IVA, la importancia de contribuir al paí­s, la administración de los recursos, la importancia de la recaudación tributaria y cómo se debe invertir en servicios públicos.

Luis Pablo Dionisio y Jorge Antonio Garcí­a, dos niños que cursan tercero primaria en el colegio San Sebastián, recuerdan haberse entusiasmado cuando en su establecimiento les repartieron los juegos, «aprendí­ qué es la corrupción, la Constitución de Guatemala y la justicia», relata sonriente Dionisio.

«Yo aprendí­ la importancia del IVA y cómo éste mejora los servicios públicos», expresa Jorge Antonio, mientras trata de ocultarse detrás de su compañero de aula. «Del material entregado por la SAT, los juegos fueron los que mejor aceptación tuvieron de parte de los alumnos», afirma Carlos Contreras, auxiliar de primaria de dicha casa de estudios.

Cooperar es progresar

Pero el proyecto va más allá de repartir juegos en establecimientos públicos y privados, explica Estuardo Gasparico, asesor de la iniciativa por parte de la SAT, «se realizaron unos libros pedagógicos con el apoyo de expertos de DICADE, cuyo contenido tiene concordancia con el Currí­culum Nacional Base», asegura.

Por lo que se coordinaron capacitaciones dirigidas a alrededor de 200 supervisores departamentales de Educación en todo el paí­s, con el propósito de que estos trasladaran la información a las y los docentes, para así­ facilitar el proceso enseñanza aprendizaje en niños y niñas.

Sin embargo, Contreras afirma que en el establecimiento al que representa, únicamente se entregaron los materiales, pues no se orientó a los docentes de cómo utilizarlos dentro de las aulas.

Gasparico afirma que este problema se ocasionó debido a que los supervisores son insuficientes para cubrir todos los establecimientos educativos. «En casi la totalidad de los centros escolares donde se repartió el material, los docentes fueron capacitados», dijo.

Jorge Antonio comenta que en clase no repasaron el contenido del texto, por lo que debió leerlo solo, al igual que todo el material proporcionado por la SAT. «Nos dieron un libro llamado Cooperar es progresar, en el que el personaje principal es Simón Tax», recuerda.

Uribe explica que este nombre surgió con la intención de reforzar la identidad y autoestima nacional, para lo cual se pensó que el apellido del protagonista debí­a ser de origen indí­gena.

Cooperación internacional

El proyecto no es un esfuerzo aislado, explica Gasparico, debido a que el mismo cuenta con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, Plan Internacional y de la Agencia de Cooperación Alemana, GTZ (por sus siglas en alemán), todas estas instituciones encargadas de distribuir el material en escuelas departamentales que están bajo su cargo.

Dicha iniciativa se inició durante 2005, a criterio de Uribe, la misma es aún muy joven para poder ver resultados favorables en el corto plazo, por lo que los mismos podrán verse reflejados dentro de aproximadamente cinco años; sin embargo, realizarán una prueba en base a un muestreo representativo del impacto que ha tenido el proyecto en la niñez guatemalteca que ha sido beneficiada.

Uribe afirma que el programa ha llegado a aproximadamente un millón de niños y niñas que estudian en establecimientos públicos y privados de 75 municipios de todos los departamentos del paí­s.

Por lo que esta iniciativa es totalmente novedosa, hecha para que la niñez y la adolescencia guatemalteca conozcan de la importancia de la cultura tributaria desde temprana edad a través de actividades formativas que generen conciencia de contribuir para beneficio de todas y todos los guatemaltecos.

RECUADRO ADICIONAL. Los juegos:

Granitos de maí­z: consiste en que los niños y niñas aprendan a contribuir con granitos de maí­z en: educación, salud, caminos y seguridad. Este juego está dirigido a niños y niñas de primero y segundo primaria.

Me lo sé: es una memoria que consta de 24 pares de tarjetas, las cuales tienen conceptos relacionados a la cultura tributaria. Está dirigido a niños y niñas que cursan tercero y cuarto primaria.

Dando y dando: Es un juego que consiste en comprender cómo el Estado obtiene los recursos y cómo debe administrar los mismos e invertirlos en bienes públicos. Este juego es el más complejo y está dirigido a niños y niñas de quinto y sexto primaria.