En Guatemala hay algunos jueces que son parte de las mafias y redes criminales, que permiten la impunidad, con lo que esos jueces causan gravísimos daños al sistema de justicia. Es tan grave el problema de mafias que nuestro Gobierno solicitó en abril de 2003 la ayuda de la ONU para el establecimiento de la CICIG.
alfonso.carrillo@meimportaguate.org
CICIG, fue creada para coadyuvar en la investigación y desarticulación de los cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad que causan impunidad o están vinculados con agentes del Estado.
La mafia es cualquier grupo organizado clandestino de criminales. Clandestino es lo que es secreto, oculto, y especialmente hecho o dicho secretamente por temor a la ley o para eludirla. Consistentemente las redes criminales son un conjunto de personas relacionadas para una determinada actividad, por lo general de carácter secreto, ilegal o delictivo, por ejemplo una red de contrabandistas.
Al emitirse la ley contra la delincuencia organizada en 2006, el Congreso consideró que la delincuencia organizada es un flagelo en Guatemala que ha colocado a los habitantes de la República en un estado de indefensión, por su funcionamiento organizacional, lo que hace necesario la creación de un instrumento legal para perseguir, procesar y erradicar a la delincuencia organizada. ¿Por qué no es aplicada contra los jueces que son parte de esa delincuencia organizada?
Hoy vivimos en un entorno donde los buenos jueces, ven afectado su trabajo por jueces que están dispuestos a vivir en un entorno de clientelismo, favores, extorsión y con ello, tácita o expresamente facilitar la impunidad.
A diario, mientras un pequeño grupo de jueces honrados y honorables batallan por enviar detenidos o presos a los criminales, hay un grupo de malos jueces que dejan libres y sin causa de procesamiento a delincuentes.
Hasta en casos que son de conocimiento generalizado, estos jueces irresponsables se atreven a dejar libres a procesados como Portillo, donde las autoridades han presentado evidencias categóricas que demuestran la participación clara de los sindicados.
El famoso juez antimafias italiano, Giovani Falcone decía: “puedo afirmar que el mejor resultado alcanzado a partir de las investigaciones practicadas en Palermo en los años 80 se ha fundado precisamente en privar a la mafia de su aura de impunidad e imbatibilidad”. Por ello, mientras no se castigue a los criminales y no se les condene mantendrán dicha aura. La imposición de los castigos depende de jueces valientes y dispuestos a impartir justicia, observando que todos estamos sujetos a la ley.
Agregaba Falcone que a él y sus compañeros les bastó con haber llevado a los criminales a los tribunales y dejarlos en prisión para que aquellos comprendieran que podían ser condenados. Para ello se requiere que los jueces actúen de manera independiente e impartan justicia pronta y cumplida.
La mafia hace favores para que le deban algo y aplicarán la fuerza cuando sea necesario e indispensable. La mafia utiliza las redes para coordinar a sus informantes, protectores, cómplices, cobrar favores y a la gente que ha amenazado o que es parte de la organización.
Si al trabajo de las mafias y redes le agregamos la indiferencia de la sociedad, su tolerancia a esos eventos, y su no actuar colectivamente ante los abusos de jueces incorrectos, se causa que las mafias tengan aún más poder. Muchas veces la población misma aprueba la actuación ilegal de jueces, esto tendrá que cambiar si queremos vivir en paz.
Se requiere la disposición y voluntad de los ciudadanos para no aceptar más abusos, para exigir que se vayan presos los jueces que favorecen delincuentes y que permiten la impunidad. Se requiere que la ciudadanía tenga el valor de protestar y salga de su área de comodidad para no aceptar ni tolerar más impunidad. Es legítima la resistencia del pueblo para la protección y defensa de los derechos y garantías consignados en la Constitución.
Sólo con investigadores serios y jueces honestos y dispuestos a aplicar rigurosamente la ley puede hacerse el cambio. La Fiscal General ha demostrado ser una Fiscal honrada y comprometida que ha tenido el valor y disposición de batallar por el cambio, ahora necesitamos que lleve presos a los jueces que permiten la impunidad y que los buenos jueces y magistrados se llenen de valor y coraje para castigar a los jueces que violan la ley.
Si se batalla, la historia de otros lugares en que la mafia opera se repetirá y tarde o temprano habrá muertos y víctimas como parte del proceso de depurar el sistema. No podemos obviar esta etapa lamentablemente. Ir contra la mafia, es peligroso, no hay otro camino.
Las fotos de Carlos De León y Portillo en la prensa burlándose del sistema nos demuestran la insolencia y arrogancia ante la ley.