De todos los sectores sociales de Guatemala, la juventud sigue siendo una de las más afectadas por la falta de oportunidades de desarrollo, por el desempleo, la violencia y la voracidad de un sistema que promueve el consumismo y la alienación a través de diferentes distractores, se conoció aquí.
A decir de Hugo Sandoval, maestro y comerciante de Los Amates, Izabal, la juventud es presa fácil del consumismo y la transculturización, pues adopta fácilmente conductas ajenas a su cultura guatemalteca, la mayoría de esas acciones son nocivas a su salud metal y destruyen el sentido de pertenencia y de identidad, situación que debe motivar a la reflexión.
La responsabilidad es compartida entre el Estado, la sociedad y la familia, quienes deben evaluar el tipo de educación y los valores que se inculcan en la niñez y la adolescencia, con el fin de revertir la cultura de violencia por una de paz, la que todos y todas anhelan en Guatemala, subrayó el entrevistado.
Sandoval dijo que es fundamental que el gobierno, las instituciones y la familia no evadan su responsabilidad de atención a esta población, una de las mayoritarias en el país.
Por su parte, Edwin Xol, representante del Consejo de Juventudes Maya, Garífuna y Xinca de Guatemala, indicó que mientras el Estado no invierta los recursos necesarios en proyectos y programas dirigidos a la niñez, adolescencia y juventud, el país continuará sumergido en el subdesarrollo, pues se desaprovecha el potencial de este sector.
Xol subrayó que la juventud se ve abrumada por la publicidad con mensajes alienantes que se difunden en los distintos medios, además recordó que existe una criminalización de esta población a quienes se les señala que son la raíz de la violencia, pero no se les toma en cuenta como parte de la solución, lo que crea ese ambiente de confrontación entre el Estado, la juventud y la familia.
Por su parte, Esmeralda Arellanos, maestra de educación primaria y comunicadora social, afirmó que si bien deben crearse oportunidades de desarrollo, estas deben ser equitativas y sin distinción, pero sobre todo accesibles.