Joven fue atacada por perros con consentimiento de la dueña


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El Ministerio Público (MP) y la Fundación Sobrevivientes conocen la denuncia de una adolescente de 16 años que fue ví­ctima de abusos y agresiones fí­sicas por parte de su empleadora, quien la golpeó, le cortó el cabello con un cuchillo y permitió que los canes que tení­a la mordieran varias veces.

POR MARIELA CASTAí‘í“N
mcastanon@lahora.com.gt

La jovencita es originaria de una aldea de Jutiapa, llegó hace tres años a la capital tras el anuncio de una vecina que le dijo que habí­a una oportunidad de empleo como doméstica, en una residencia de la zona 2.

Los primeros meses de trabajo fueron “normales”, pero con el paso del tiempo la situación cambió para la adolescente, empezó a ser golpeada, estrellada contra la pared y violentada en varios aspectos.

La empleadora cuida y vende canes, publica la información de los mismos, a través de los medios escritos.  La niña prácticamente se dedicaba al cuidado de ellos, que en varias ocasiones la mordieron y dejaron varias heridas en sus piernas.

La patrona de la residencia permití­a esto, incluso, ella misma sacaba a los animales para que agredieran a la adolescente, que dormí­a junto a ellos, en un cartón.

“Nunca nos llamó porque la dueña de la casa no la dejaba, ella tení­a un celular y se lo quitó.  Cuándo preguntábamos cómo era tratada ella respondí­a que bien, era obligada  a decir eso”, dice una persona cercana al núcleo familiar de la niña.

La adolescente es la segunda hermana de 6, su hermano mayor tiene problemas visuales, ella prácticamente se ha convertido en el sustento económico de la familia.  La empleadora pagaba Q300 al mes a la madre de la niña por los servicios laborales que le prestaba, el dinero llegaba a través de depósitos bancarios, la adolescente no recibí­a salario.

NEXOS CON POLICíAS

Esta mujer ya es investigada por el MP –su nombre aún no es público para no entorpecer las investigaciones-.  Algunos aspectos que sobresalen son el constante resguardo y las visitas de agentes de la Comisarí­a 11. Se cree que la mujer tiene fuertes nexos con la policí­a quienes vigilaban a la ví­ctima cuando salí­a a la tienda para que no se fugara.  La adolescente dice haber ingerido algún tipo de droga, que le dio su empleadora, quien después la obligaba a firmar varios documentos.

HUYE

La visita de un familiar cercano a la victimaria, -quien no se encontraba en su residencia ese dí­a- observó las mordeduras de perro en la pierna de la niña, esta persona la llevó a un centro asistencial donde fue atendida, después de ser revisada le recomendó que abordara un bus a Jutiapa y que no regresara; la adolescente huyó y relató el daño que sufrió al MP y posteriormente a la Fundación Sobrevivientes, quien solicitó la internaran en otro centro asistencial.
Según el doctor José Miguel Arriola, jefe del área de emergencia del nosocomio, la adolescente se recupera de las mordeduras caninas, se evalúa la posibilidad de colocarle injertos en el área afectada.

“Tiene lesiones en el miembro inferior izquierdo, son lesiones que son atribuidas a una mordedura de perro, refiere la familia, se encuentran levemente con una secreción.  Por el antecedente que levantó la denuncia, estamos a la espera de los Fiscales del MP”, dijo el galeno.

“QUIERO ESTUDIAR”

La adolescente espera olvidar lo sucedido, dice que después de las diligencias del MP, quisiera retomar sus estudios, aunque no tiene mucha esperanza, porque es prácticamente el apoyo de la familia, vive con su madre y cinco hermanos, su padre murió hace algún tiempo. La ví­ctima cursó el segundo año de primaria