Este próximo viernes, 28 de enero, se conmemoran los 158 años del nacimiento de José Julián Martí y Pérez (1853-895), poeta, político y pensador cubano. Es por ello que la Embajada de Cuba en Guatemala realizará una Jornada Martiana que se desarrollará toda la semana, a partir del lunes.
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Roberto Blanco Domínguez, embajador cubano en Guatemala recientemente acreditado, ofreció una entrevista en la que abordó sobre el paso de José Martí por nuestro país, lo cual inicia una larga historia de amistad entre ambos países.
Martí, siendo muy joven (1869), mostraba una intensa inquietud política, sobre todo para buscar, lo que él decía, «una patria, pero sin amo», es decir, una independencia de Cuba, que en aquel entonces era el último reducto de la colonización española en América. Es por ello, que en ese año ingresa a la cárcel. Posteriormente, sale deportado, y con ello empezó su peregrinación por el mundo.
Entre sus destinos, luego de pasar por Madrid, París, Estados Unidos y México, llega finalmente a Guatemala en 1877. Martí, de escasamente 24 años, aún busca su lugar en el mundo. Ya se había adentrado en sus estudios como abogado, y su actividad poética ya había acumulado un gran número de versos.
Sin embargo, su llegada a Guatemala le terminaría de formar en sus distintos intereses, como son la docencia y la poesía.
Según relata el embajador cubano, fue José María Aguirre, un cubano radicado en Guatemala, quien logró que Martí obtuviera una plaza en la Escuela Normal para Varones. El héroe cubano aceptó tal designación, y optó por instruir a los jóvenes en literatura y filosofía.
Posteriormente, este ejercicio docente le serviría para consolidar una de sus tantas facetas: la del docente, que llega a su cúspide con la posterior publicación de la revista «La edad de oro», textos para niños de todas las edades, y que ofrecen su dulce visión sobre la niñez y la juventud.
Previo a aceptar la designación como docente en Guatemala, Martí advirtió a Aguirre que necesitaría de, al menos un mes, para retornar a México, ya que tendría que ir a casarse con su prometida Carmen Zayas Bazán.
Este detalle es fundamental, según el embajador Blanco, ya que significa que en todo Martí tenía presente su compromiso y, por ninguna circunstancia, intentaba ocultarlo. Mientras tanto, el poeta era muy inquieto, sobre todo en materia literaria, por lo que poco a poco se fue adentrando a las tertulias, a las cuales concurrían las principales plumas guatemaltecas. Dicho sea de paso, el Régimen Liberal ofrecía las condiciones para la renovación de las letras, por lo que Martí se sentía muy motivado en este ambiente.
Según el embajador cubano, de acuerdo con relatos históricos, Martí despertó mucha curiosidad entre los intelectuales guatemaltecos, ya que, pese a su corta edad, el poeta tenía mucha facilidad de palabra. Desde ya, le caracterizaba su palabra sobria y elegante; simple y de fácil comprensión, aunque no por ello carente de belleza, lo cual lo caracterizaría posteriormente en su actividad literaria, sobre todo con sus «Versos sencillos» y la misma «La edad de oro».
En ese ambiente de intelectualidad, Martí empieza a frecuentar con la familia García Granados, cuyo patriarca, Miguel, había sido el autor intelectual de la Reforma Liberal y primer presidente de este período, por lo que su estirpe era considerada como una de las más importantes intelectual y culturalmente.
Ahí conoce a una de sus hijas, María, muy joven aún, pero que ya era muy virtuosa en el piano. Al conocerse ambos, según relata el embajador cubano, hubo una «gran química» entre ellos, y se mostraban profundo respeto, tanto Martí con la niña, por considerarla muy virtuosa, y viceversa, ya que Martí despertaba mucha admiración entre la intelectualidad guatemalteca.
Sin embargo, llegó el momento en que Martí tuvo que viajar a México para cumplir con su compromiso con Zayas Bazán, hecho que nunca desconoció la niña García Granados.
Según el poema «La niña de Guatemala», la protagonista muere tras ver al «desmemoriado» retornar con su cónyuge. Sin embargo, en la vida real, tal como refiere el embajador Blanco Domínguez, Martí había terminado su compromiso laboral y había regresado a Cuba. Estando en la isla, se entera de la muerte de María (1978), y posteriormente le escribe el famoso poema, incluido en «Versos sencillos».
Evidentemente, la niña de Guatemala habría muerto por una enfermedad respiratoria (murió de frío), aunque Martí le mostraba su profunda devoción y amor platónico, al referir que murió de amor.
Para Blanco Domínguez, la historia de Martí es mucho más que su labor docente; significa, además, el inicio de una larga historia de amistad entre la isla y Guatemala, en la que también hay que contar con José Joaquín Palma, poeta cubano creador de la letra del Himno Nacional. Hoy día, de acuerdo con el embajador, Martí sigue vivo con los programas de cooperación de Cuba en Guatemala, como los médicos cubanos que ya tienen presencia por casi quince años en las áreas rurales del país, los entrenadores deportivos y el programa «Yo sí puedo», que enseña a leer y a escribir, retomando la labor docente que el poeta Martí ejerciera en nuestra tierra.
En honor del 158 aniversario del natalicio de José Martí, héroe nacional cubano, la Embajada de Cuba en Guatemala realizará la Jornada Martiana, dedicada a la lucha de la liberación de los Cinco Patriotas presos en cárceles de Estados Unidos.
Las actividades son las siguientes:
Lunes 24 de enero, 17:00 horas: Acto de apertura de la Exposición Pictórica sobre el tema de José Martí. Salón mayor José de Bustamante, Museo de la Historia (9ª. calle 9-72 zona 1)
Martes 25 de enero, 8:00 horas: Visita a la Escuela República de Cuba (18 calle 2-46 zona 3), y entrega de libros para la Biblioteca Escolar.
Miércoles 26 de enero, 8:00 horas: Ofrenda floral en la casa donde vivió José Martí (4ª. avenida entre 12 y 13 calle de la zona 1)
Jueves 27 de enero, 18:00 horas: Taller Martiano (Embajada de Cuba, Avenida Las Américas 20-72 zona 13)
Viernes 28 de enero, 8:00 horas: Ofrenda floral al busto de José Martí (Calle Martí y Avenida Independencia, 11 avenida, zona 2)
Viernes 28 de enero, 19:00 horas: Clausura y velada cultural (Salón Mayor José de Bustamante, Museo de Historia)