Jornadas magisteriales


En pro de su dignificación y defensa de sus conquistas, el magisterio del sector oficial realiza jornadas masivas con la participación de todos los maestros del paí­s. Las han llevado a cabo en sucesivos gobiernos que pretenden socavar y arrebatarles dichas prestaciones.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Los mentores «unidos, jamás serán vencidos» a fuer de un gremio pensante y protestatario, conforma siempre sólido bastión muy respetable. Cuando salen a manifestar en las calles constituyen unas de las mayores movilizaciones que registran en sus anales las historias recientes.

Son un mentí­s, a infundios malintencionados que objetan su movimiento, achacándolo a intención de holganza sencillamente. Demuestran el espí­ritu, que les anima, consistente en impedir a toda costa el intento apañado de privatizar la educación, caso que contraviene la Constitución.

Además, defienden hasta con las uñas el Decreto Legislativo 1485, capí­tulo de la Dignificación y Catalogación del Magisterio Nacional, piedra angular de su edificio simbólico. Legislación fundamental cuya finalidad viene a ser su instrumento titular, mí­nimo e irrenunciable.

Las protestas magisteriales han crecido y subido de tono, en contra de la Ley Marco de Educación, la cual presentó al Congreso el grupo Visión del Paí­s. La óptica del ente en mención tiene, a criterio de los docentes, dar un giro diferente en toda la lí­nea a la educación.

Entre otras peticiones avaladas por los mentores cobra trascendencia un aumento del 15% a sus emolumentos no así­ el ofrecido del 8% por la titular de la cartera del ramo. Ese estira y afloja lo cimientan respecto a su inconformidad con la transferencia millonaria a trabajos del aeropuerto.

El papel del magisterio nacional en defensa gremial y de altos intereses nacionales una vez más se pone de manifiesto hoy en dí­a, como durante las memorables jornadas de junio del año de 1944. Contribuyeron bastante con conciencia cí­vica a la caí­da del presidente Ubico.