Motivado por el deseo de aprender y de comprobar hacia donde se dirige la economía mundial, latinoamericana y en especial la de nuestro país, los días 15 y 16 de junio asistí al XVIII Ciclo de Jornadas Económicas que realizara el Banco de Guatemala.
jfrlguate@yahoo.com
Me llamó la atención la falta de presencia del sector empresarial organizado, de sus técnicos; también la ausencia de los diputados que integran las comisiones de Finanzas, Economía y de Trabajo del Organismo Legislativo, de la casi totalidad de los integrantes de la Junta Monetaria. Por el contrario, me causó alegría ver un elevado número de jóvenes universitarios y de academia de las diferentes universidades; así como, de profesionales de varios de los centros de análisis existentes en el país.
Las jornadas comprendieron: «globalización y competitividad», así como «crisis financiera mundial: lecciones aprendidas y retos para los países en desarrollo».
En el primero de los temas expuso (en inglés) la Dra. Carolina L. Freund del Banco Mundial, quien al referirse a la globalización, señaló como elementos integrantes de la misma el intercambio, el capital y la mano de obra; orientó su exposición al tema de la competitividad, utilizando los diferentes datos económicos y estadísticos que su profesión y el organismo al que pertenece le facilita tener.
Señaló la enorme importancia que para la competitividad de las exportaciones es el transporte y manejo de los productos. Igual que se ha hecho por muchos años, en una de sus gráficas mostró que el costo de trasladar los bienes de dónde se producen a dónde se exportan y consumen es determinante para el precio de oferta.
En ese sentido, vuelve a surgirme la pregunta por qué Agexport, la Cámara de Comercio y el gobierno no han logrado plantearle a los gobiernos de Estados Unidos y México lo injustificado e inadecuado que son los costos marítimos de exportar con tarifas tan elevadas de Guatemala a los Estados Unidos y viceversa; además, por qué no se establece un sistema que permita exportar vía terrestre en contenedores o furgones custodiados y sellados, a través del territorio de México, de Guatemala a Estados Unidos.
En esta época de globalización, existiendo tratados de libre comercio entre los Estados Unidos y Guatemala, entre México y Guatemala, es inexplicable que por prácticas monopolísticas y de carteles marítimos, los costos de exportación de un contenedor o de un furgón de y para Guatemala y Estados Unidos, sean superiores hasta en un 100% de lo que son los costos de flete de un contenedor o furgón de Europa para Guatemala y viceversa, especialmente si provienen de puertos alemanes u holandeses.
También es inexplicable que México le requiera a los Estados Unidos que le permita el ingreso a cabezales y furgones cargados al territorio norteamericano y por el contrario no reconozca que la mejor ayuda que le podría dar a Guatemala y a Centroamérica para fomentar sus limitadas exportaciones, sería el establecer el sistema, mediante el cual furgones y contenedores cargados pudieran atravesar jalados por cabezales centroamericanos el territorio mexicano hacia los Estados Unidos, logrando con ello reducir a menos de la mitad del tiempo de ida o de vuelta que si los mismos tienen que ser enviados vía marítima, reduciendo también enormemente los costos.
Por último, si lo considera necesario, México puede establecer un costo de peaje internacional por atravesar y utilizar su infraestructura vial, e inclusive por colocar custodios y seguros que garanticen que los productos de y para Guatemala y Centroamérica hacia Estados Unidos, no vayan a cambiar de destino.