Una jornada de solidaridad con los cinco cubanos que se encuentran guardando prisión en Estados Unidos, calificados de espías por el gobierno norteamericano, y de héroes y prisioneros políticos por el régimen de La Habana, se está realizando en Washington,
Con la participación de periodistas, escritores y otros intelectuales de EE. UU., África, Europa y América Latina y el Caribe, según dio a conocer mediante un extenso comunicado de prensa de la embajada de Cuba acreditada en Guatemala.
La razón por la que esta muestra de respaldo a los cinco cubanos, iniciada el jueves 31 de mayo y que concluye el 5 de junio, se celebra en la capital de Estados Unidos, frente al Capitolio, es para concienciar a parlamentarios legisladores federales de esa nación, a fin de que influyan ante el gobierno del presidente Barack Obama para que se libere a los detenidos, además de que los organizadores formulan un llamamiento a legisladores de todos los países del mundo con el objeto de sensibilizarlos para que envíen mensajes a Washington pidiendo la liberación de ese grupo de cubanos.
HISTORIAL
De acuerdo con la información proporcionada por la representación diplomática de Cuba en Guatemala, esos cinco compatriotas suyos fueron encarcelados hace 15 años, después de “un juicio injusto en un clima adverso y en el que se cometieron arbitrariedades y violaciones a sus derechos”.
La versión norteamericana señala que los cubanos fueron encontrados culpables de espiar para una potencia extranjera; pero el gobierno de Cuba argumenta que esos sus compatriotas viajaron a Estados Unidos “para infiltrarse en organizaciones terroristas para impedir acciones de grupos anticubanos que actúan con impunidad contra nuestro país desde La Florida”, y subraya que en “ningún momento buscaban información sobre cuestiones de seguridad nacional de EE. UU.”
Pero fueron detenidos “injustamente procesados y condenados a excesivas penas, incluidas varias cadenas perpetuas, sin poder que se les haya probado acceso a información clasifica de Estados Unidos”.
Actualmente los cinco cubanos se encuentran en la última fase posible de la llamada “apelación extraordinaria” conforme la legislación norteamericana, que consiste en que una vez que determinada persona ha recorrido el sistema judicial, hasta culminar con la Suprema Corte, como es el caso de los cubanos, ya no queda más que recurrir a la etapa denominada “habeas corpus”.
En otras palabras, por una vez en la vida el o los acusados tienen la posibilidad de pedirle al mismo tribunal que los condenó en primera instancia, que anule esa sentencia a partir de la presentación de nuevos elementos o evidencias que no pudieron conocer previamente.