Steve Jobs, la mente detrás del iPhone, el iPad y otros dispositivos que han hecho de Apple Inc. una de las compañías más poderosas del mundo, renunció ayer como director general ya que, dijo, no puede seguir cumpliendo con sus labores, pero continuará teniendo un papel de liderazgo en la empresa.
La medida parece el resultado de un problema de salud no especificado por el cual tomó una licencia médica indefinida en enero. El director operativo de Apple, Tim Cook, fue nombrado como nuevo director general.
La salud de Jobs, de 56 años, ha sido una preocupación constante para los inversionistas de Apple, quienes lo ven como un oráculo de la industria que parece saber lo que los consumidores van a querer con mucho tiempo de anticipación. Tras el anuncio, las acciones de Apple cayeron 5,4% en las operaciones después del cierre.
Jeff Gamet, director editorial gerente del sitio web The Mac Observer, especializado en noticias de Apple, dijo que la partida de Jobs tiene un significado más sentimental que práctico, y que el cambio era obvio desde hace años.
«Lo que Apple ha hecho en realidad es oficializar lo que han estado haciendo administrativamente desde hace tiempo, que es que Tim dirija el negocio y Steve haga su parte para asegurarse de que los productos salen cumpliendo el estándar de Apple», afirmó.
LA CARTA
En una carta dirigida a la junta directiva de la compañía y a la «comunidad Apple», Jobs dijo que siempre sostuvo que «si alguna vez llegaba el día en que no pudiera cumplir con mis deberes y expectativas como director general de Apple, yo sería el primer en hacérselos saber. Desafortunadamente, ese día ha llegado».
La compañía informó que Jobs entregó su renuncia el miércoles y sugirió que Cook fuera nombrado el nuevo líder de la empresa. Apple dijo que Jobs fue elegido como presidente de la junta y que Cook se incorporaría a la misma.
Pero Trip Chowdhry, analista de Global Equities Research, dijo que la maniaca atención de Job al detalle era lo que distinguía a Apple. Señaló que la línea de productos de Apple podría estar asegurada por unos cuantos años, pero predijo que, a la larga, la compañía tendrá dificultades para generar ideas que cambien los paradigmas del mercado.
«Apple es Steve Jobs, Steve Jobs es Apple, y Steve Jobs es innovación», dijo Chowdhry. «Puedes enseñarle a la gente cómo ser eficiente operativamente, puedes contratar consultores que te digan cómo hacerlo, pero Dios crea la innovación. Apple, sin Steve Jobs, no es nada».
Los éxitos de Jobs parecen haber crecido con el paso del tiempo: luego de las coloridas computadoras iMac y el hoy ubicuo iPod, el iPhone redefinió la categoría de smartphones, en tanto que el iPad prácticamente creó el mercado para las computadoras tipo tableta.
INQUIETUD
A pesar de los elogios por su visión, hubo constante inquietud por su estado de salud. La licencia médica que Jobs tomó en enero fue la tercera en los últimos años. Anteriormente se sometió a tratamiento para cáncer pancreático y recibió un trasplante de hígado.
Shannon Cross, analista de Cross Research, dijo que Cook es una buena elección para sustituir a Jobs.
«Ha remplazado a Jobs dos veces en dos licencias médicas, y la compañía ha funcionado extremadamente bien, dijo.