JESUS NAZARENO DE LA RECOLECCIí“N: ENTRE LA HISTORIA Y LA LEYENDA


Extraordinaria imagen decimonónica de Marí­a Magdalena de la Recolección en las primeras procesiones de Semana Santa, 1947 ( Fotografí­a: Colección particular)

Erick Espinoza Folgar

Asociación por el Arte, la Historia y las Tradiciones de Guatemala

Abordar la historiografí­a de Jesús Nazareno del Consuelo constituye adentrarse en el corazón de uno de los principales barrios de la Nueva Guatemala de la Asunción que erróneamente se ha considerado de manera única con vida propia durante la segunda mitad del Siglo XX para dejar de lado las evidencias anteriores que nos muestra una vida activa de la iglesia y sus hermandades de pasión desde finales del Siglo XIX.


Turno de Jesús Nazareno de la Recolección para la procesión del Sábado Santo en 1947. (Fotografí­a: Erick Espinoza)

Las hermandades de pasión de la iglesia del Santí­simo nombre de Jesús, La Recolección fueron reorganizadas como las otras de la ciudad durante el gobierno de José Marí­a Reina Barrios, quien toleró el nuevo desarrollo de la Iglesia Católica como una manifestación de madurez alcanzada por los cultos liberales.

En este contexto, el arzobispo de aquella época, don Ricardo Casanova y Estrada siguió instrucciones del Santo Padre León XIII para organizar instituciones religiosas capaces de sobrevivir en los estados liberales, planteó la reorganización de las antiguas cofradí­as, hermandades y sociedades católicas de Guatemala, y resurgió de esta manera en la última década del Siglo XIX, las instituciones en la capital y principales ciudades del paí­s. Adentrado en el tema que nos refiere se tienen datos que ya para 1850 se procesionaba al Nazareno recoleto el dí­a Domingo de Ramos en horas de la mañana.

Muchos datos de tradición oral y leyendas tejen la historia del Nazareno recoleto, quien se enraí­za en los corazones de los vecinos de este antañón barrio. Se sabe que para los terremotos de 1917 fueron severos los daños ocasionados en el templo; sin embargo, un grupo de piedras derruidas formaron un arco que protegió a tan querida imagen, misma que se volvió a procesionar en la década de los años veinte.

En la edición del 11 de abril de 1924, el Diario de Centro América publica dentro de su pregón, un anuncio donde se invita al pueblo católico de aquella época a participar en la procesión de Jesús Nazareno a desarrollarse a partir de las 10 de la mañana el dí­a Domingo de Ramos. Muchos han sido los cambios de dí­a que marcaron la procesión del Nazareno de La Recolección, para la Semana Santa de 1925 dicha procesión se llevaba a cabo el dí­a Martes Santo en horas de la tarde. En 1955 es procesionado por última vez un dí­a Domingo de Ramos.

Con el nombramiento de fray Miguel íngel Murcia Muñoz como superior del Templo de la Recolección el 8 de diciembre de 1952 surge una nueva etapa para las procesiones de dicho templo y es que su beligerante entusiasmo lo hace iniciar las gestiones para formar una asociación que represente a los Caballeros del Santo Sepulcro, y funda el 21 de septiembre de 1955 la Asociación de Cruzados del Santo Sepulcro, mismo año en que fray Miguel le da el apelativo de «Jesús del Consuelo» como le conocemos al dí­a de hoy. Con ello, la procesión y la devoción a la imagen de Jesús del Consuelo poco a poco cobra auge, hasta posicionarse como uno de los cortejos procesionales de mayor importancia de la ciudad capital durante las conmemoraciones de la Cuaresma y Semana Santa en Guatemala.

Se sabe que entre 1956 y 1958 también fue procesionado el dí­a sábado anterior a Domingo de Ramos. Ya en aquella época también las procesiones recoletas utilizaban las tarjetas conocidas como turnos y es que algunos de ellos nos refieren a impresiones sencillas y de material muy liviano en las que se utilizaron fotografí­as del devoto y directivo de la hermandad Oscar Castro Alvarado. Para el año de 1960 el lente fotográfico del señor Daniel Juárez Izquierdo, fotógrafo del Diario «La Hora» y «La Hora Dominical» capta una de las primeras fotografí­as en que Jesús luce su cabellera rizada y manto sobre el brazo derecho y no sobre el hombro y brazo izquierdo como se le conoció más adelante, misma que sirve para ilustrar el libro «Historia del Arte Guatemalteco» publicado por el escritor José Antonio Móbil en los años setentas. Aunada la remoción de la imagen hecha por el escultor Huberto Solí­s en 1954 y el pensamiento visionario de devotos directivos y colaboradores de la hermandad de aquellos años que buscaron crearle una identidad renovada que captara la atención de los cargadores, a instancias del señor Daniel Reyes Medina encargado de vestir a Jesús y cuñado del señor Fernando Mata, miembro fundador de la hermandad, por primera vez Jesús del Consuelo luce manto en su procesión de Martes Santo de 1961. Ese año, don Daniel Reyes Medina con la ayuda del señor Manuel Garcí­a visten al Jesús con una túnica de seda lisa en color blanco. Años más tarde el señor Manuel Garcí­a es el encargado de vestir a la imagen.

En ese mismo año, para la salida del ví­a crucis pro beatificación del Hermano Pedro se estrena la marcha compuesta por fray Miguel íngel Murcia «Jesús del Consuelo» y la procesión de Martes Santo llega por primera vez a la Catedral Metropolitana. Ese año hubo tanta expectativa con dicha procesión que en un formato de tamaño doble carta, el periódico «La Hora Dominical-Impacto» del dí­a 12 de marzo dedica la totalidad de su portada a la imagen de Jesús del Consuelo, con una foto tomada en 1956, año de su consagración. En el interior de la publicación se promueven las actividades a efectuarse en el Templo de la Recolección para la Semana Santa de ese año.

Esto nos refiere que a pesar de ser una procesión sencilla y que recorrí­a en su mayor parte solamente calles aledañas al barrio, la imagen de Jesús del Consuelo poco a poco fue ganando espacios en los medios de comunicación y los dí­as grandes de la Cuaresma y Semana Santa en Guatemala hasta el punto que por tradición se le conoce como «Sábado del Consuelo» al dí­a de su procesión, siendo la única imagen que se procesiona el dí­a conocido con el mismo apelativo: «Jesús del Consuelo» – «Sábado del Consuelo».

A finales de la década de los sesentas se marca un nuevo cambio en la procesión y es que con la llegada de un joven artista se abre una nueva etapa en la altarerí­a guatemalteca conocida hasta entonces. El pintor Luis Alberto de León, colabora por primera vez con el grupo de adorno integrado en ese entonces por Rafael Vilela, Timoteo Contán, Jesús Trujillo, Gabino Cóbar Trejo, Manuel Guzmán, Alejandro Dumas, Jesús Marroquí­n, Rodolfo Herrera Trejo y Miguel Trejo Moya, entre otros, bajo la dirección del señor Oscar Mejí­a, con el mensaje «Salva a tu pueblo señor». Ese año, Jesús del Consuelo utiliza nuevamente su «Túnica por consagración» y su tradicional cruz de madera barnizada.

Para 1968 se instituye el sábado anterior a Domingo de Ramos como oficial para procesionar al Nazareno del Consuelo y Luis Alberto de León se hace cargo de los adornos de las procesiones recoletas, De León, hábil conocedor de los materiales de aquel entonces, introduce el duroport en el arte de la altarerí­a, y logra por aquellos años, altares y adornos monumentales para la hermandad de la Recolección. A partir de allí­ la procesión de esta arraigada imagen cobra una evolución cada vez más devota, que paraliza al centro histórico el «Sábado del Consuelo», y es que el Nazareno recoleto recorre las calles que aquellos visionarios de ayer jamás imaginaron. Crespones, flores y alfombras salen al paso del Nazareno del Consuelo como un firme preludio de las procesiones grandes que inician el dí­a siguiente con la Semana Santa, sin pensar que esta es una procesión pionera en evolución, identidad propia y que refleja el trabajo de hombres que como fray Miguel íngel Murcia lo hiciera, aman entrañablemente a Jesús Nazareno del Consuelo.