Ratzinger, es uno de los grandes teólogos que hay en el mundo actual, y tiene varios libros publicados sobre temas como la fe por ejemplo. Y en el prólogo de este libro dice: «He intentado presentar al Jesús de los Evangelios como el Jesús real, como el «Jesús histórico» en sentido propio y verdadero. Estoy convencido -continúa diciendo Benedicto XVI- y confió en que el lector también pueda verlo, de que esta figura resulta más lógica y, desde el punto de vista histórico, también más comprensible que las reconstrucciones que hemos conocido en las últimas décadas. Pienso que precisamente este Jesús – el de los Evangelios- es una figura históricamente sensata y convincente».

Comentar temas religiosos es muy riesgoso, pero cuando uno tiene su concepción del mundo bien cimentada y máxime si se profesa otra religión, esto no tiene ningún problema, porque lo mejor que se puede hacer es investigar y tener sus propias deducciones. Y Ratzinger como uno de los grandes teólogos de la religión, nos da un gran ensayo sobre la figura histórica de Jesús, que él considera «es el Hijo de Dios venido a esta tierra para salvar a la humanidad». Pero entrémosle al libro, este es la primera parte de dos que saldrá espero que muy pronto. Esta edición salió a luz en 2007. Nos fuimos adentrando poco a poco en su contenido y podemos decir que está realizado este ensayo con una fe profunda donde el amor hacia Dios se deja sentir en el autor pese a su trabajo académico. El contenido de esta primera parte abarca diez capí­tulos que van desde el Bautizo de Jesús en el Jordán hasta la confesión de Pedro y la transfiguración.

En el capí­tulo 4: El Sermón de la Montaña, el papa Benedicto XVI nos lo relata en una forma tan entendible y hay una parte muy interesante donde nos dice, luego de hacer un maravilloso recorrido sobre el mismo, Hemos anticipado lo que sólo cuando se reflexiones sobre el texto se verá completamente . Deberí­a haber quedado claro que el «Sermón de la Montaña» es la nueva Torá que Jesús trae. 2.

Moisés sólo habí­a podido traer su Torá sumiéndose en la oscuridad de Dios en la montaña; también para la Torá de Jesús se requiere previamente la inmersión en la comunidad con el Padre, la elevación í­ntima de su vida, que se continúa en el descenso en la comunión de vida y sufrimiento con los hombres»(pág. 95) Y es que tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo tienen mucha relación. Por eso el Papa lo presenta como «el nuevo «Moisés». El papa Benedicto XVI ha hecho un ensayo tan profundo sobre Jesús que se lo recomiendo estimado lector, en las librerí­as Artemis- Edinter usted lo puede encontrar. En los diez capí­tulos uno va comprendiendo lo que el desea que se conozca de la investigación crí­tica que se plantea que «no es más lógico, que desde el punto de vista histórico, pensar que su grandeza reside en su origen, y que la figura de Jesús haya hecho saltar en la práctica todas las categorí­as disponibles y sólo se la haya podido entender a partir del misterio de Dios». Consideramos este libro como uno de los mejores ensayos que se han hecho sobre Jesús. Es un libro del que se lleva a mucha reflexión ya que leer este libro es un gozo espiritual ya que se ve la semilla de un hombre como Jesús que en su recorrido sembró el amor hacia el prójimo. Finalmente Joseph Ratzinger dice: «Sin duda, no necesito decir expresamente que este libro no es en modo alguno un acto magisterial, sino únicamente expresión de mi búsqueda personal «Del rostro del Señor» (cf. Sal.27,8). Por eso, cualquiera es libre de contradecirme. Pido sólo a los lectores y lectoras esa benevolencia inicial sin la cual no hay comprensión posible». El libro cuenta con 447 páginas y los capí­tulos se titulan: 1. El Bautizo de Jesús 2. Las Tentaciones de Jesús 3. El Evangelio del Reino de Dios 4. El Sermón de la Montaña 5. La Oración del Señor 6. Los discí­pulos 7. El Mensaje de las Parábolas 8. Las grandes Imágenes del Evangelio de Juan 9. Dos hitos importantes en el camino de Jesús: La confesión de Pedro y la Transfiguración y 10. Nombres con los que Jesús se designa a sí­ mismo.

Cuenta además con un Prólogo, una introducción, Nota editorial, Bibliografí­a, Citas bí­blicas, documentos del Magisterio e í­ndice onomástico.