Jerusalén: llamado musulmán



Dignatarios musulmanes y el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, llamaron hoy a la movilización contra las obras emprendidas por Israel cerca de una de las entradas de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, que según ellos afectarí­an los cimientos del sitio.

El Waqf, el organismo de los bienes religiosos musulmanes, afirmó que los trabajos, emprendidos bajo importante protección policial por la Autoridad de Antigí¼edades israelí­, ponen en peligro los cimientos de la explanada, foco de tensión en la ciudad vieja de Jerusalén.

La Explanada de las Mezquitas, donde se encuentran la mezquita Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, es el tercer lugar sagrado del islam después de La Meca y Medina.

Tres excavadoras comenzaron a aplanar un montí­culo situado en la Puerta de los Magrebí­es, uno de los accesos de la ciudad vieja que lleva a la explanada y al Muro de los Lamentos, un lugar venerado por los judí­os y situado bajo la explanada, según un fotógrafo de la AFP en el lugar.

El Waqf afirmó que dos salas subterráneas adyacentes a las Mezquitas están situadas bajo el montí­culo que al ser achatado pondrí­a en peligro los cimientos de la explanada.

La Autoridad de las Antigí¼edades israelí­ afirmó por su lado que las obras están destinadas a consolidar un acceso a la explanada que resultó dañado por una tempestad de nieve hace dos años.

«Las excavadoras de la ocupación se dirigen (hacia las Mezquitas) para destruir la ruta histórica que lleva a la Puerta de los Magrebí­es», afirmó el jefe de los tribunales islámicos en los territorios palestinos, el jeque Tayssir Al Tamimi, en un llamado a la movilización difundido por el canal de televisión árabe Al Jazira.

Tamini llamó a los palestinos a «ir inmediatamente» a la Explanada de las Mezquitas para «protegerla» de las obras israelí­es. El muftí­ de Jerusalén, el jeque Mohamed Hussein, denunció «una cobarde agresión» contra las Mezquitas.

Por su parte, desde Gaza, el primer ministro Ismail Hamiyeh llamó a «todos los hijos del pueblo palestino a unirse y a levantarse en masa para proteger a la mezquita de Al Aqsa».

«La batalla del pueblo palestino no debe ser interna sino dirigida contra el ocupante que continúa sus agresiones y sus tentativas de judaizar Jerusalén», agregó.

Según testigos, la policí­a israelí­ se desplegó masivamente en la ciudad vieja para evitar disturbios.

El acceso a la explanada habí­a sido limitado a los hombres de más de 45 años en posesión de una cédula de identidad israelí­ y a las mujeres.

A pesar de los llamados a la movilización, no se han señalado incidentes. Sólo algunas decenas de palestinos, mantenidos a distancia por la policí­a, se reunieron en la Puerta de los Magrebí­es, entre los cuales se encontraba el jefe del Movimiento Islámico en Israel, el jeque Raed Salah.

La segunda revuelta de los palestinos contra la ocupación israelí­ (Intifada) estalló en septiembre de 2000, después de la visita a la Explanada de las Mezquitas del ex primer ministro israelí­ Ariel Sharon, quien era entonces jefe de la oposición.

El domingo, Israel habí­a decidido limitar el acceso de los fieles musulmanes a la explanada para impedir eventuales manifestaciones contra las obras previstas en el sector.

El mismo dí­a, el rey Abdalá II de Jordania, cuyo paí­s es tradicionalmente el custodio de las Mezquitas, habí­a advertido contra «todo atentado contra los sitios islámicos» en Jerusalén, condenando las tentativas israelí­es «tendientes a cambiar la naturaleza de esos lugares y su carácter musulmán».