El jefe del principal grupo insurgente sirio conmemoró el segundo aniversario de la sublevación contra el presidente Bashar Assad con la promesa de que seguirá luchando hasta que el régimen «criminal» se haya ido.
El general Salim Idris, jefe del Consejo Supremo Militar, exhortó a los soldados sirios a unirse a los rebeldes en «una lucha por la libertad y la democracia» y dijo que sus combatientes del Ejército Sirio Libre «no se rendirán».
En Damasco, las autoridades sirias aumentaron el viernes las medidas de seguridad luego que los rebeldes exhortaran a conmemorar el aniversario de la sublevación con un incremento en los ataques al régimen.
«Queremos una Siria donde cada sirio pueda vivir en paz y libertad. Este es nuestro sueño, esto es por lo que peleamos», dijo Idris en un video obtenido por The Associated Press de la oficina de prensa del consejo.
El líder de 55 años habló desde una zona no revelada en el norte de Siria que está bajo control insurgente.
«Sé que nuestra lucha no es fácil. Tenemos que enfrentar aviones, tanques y grandes misiles. Pero nuestra voluntad es todavía muy fuerte. No nos detendremos hasta que este régimen criminal se haya ido», declaró.
La revuelta contra el gobierno de Assad comenzó en marzo de 2011 con manifestaciones en la ciudad sureña de Dará después de que soldados arrestaran a adolescentes que pintaron consignas contra el gobierno en una pared. Desde entonces, las movilizaciones se han convertido en una guerra civil con un estimado de 70.000 personas muertas, de acuerdo con las Naciones Unidas.
En el último año, los insurgentes han logrado importantes logros en el campo de batalla al capturar extensas regiones de ciudades y al controlar algunas áreas en Alepo, la urbe más grande de Siria. También han capturado importantes bases militares, presas sobre el río Éufrates y están muy cerca del centro de Damasco, asiento del poder de Assad.
El viernes, algunos insurgentes convocaron a aumentar los ataques para observar el aniversario. La proscrita Hermandad Musulmana de tendencia islamista llamó a sus seguidores a «una semana de acción», pero no especificó qué hará.
Un activista en Damasco que dijo llamarse Abu Qais informó que los soldados aumentaron los patrullajes y registros de seguridad en la capital del país. No dio su verdadero nombre por temor.
Mientras tanto, en el vecino Líbano hombres armados incendiaron tres camiones cisterna de combustible con placas sirias para evitar que entraran a Siria, informó la agencia de noticias National News, perteneciente al estado.
El incidente ocurrió en la ciudad de Trípoli. No se reportaron víctimas.
Por otro lado, los líderes en una cumbre de la Unión Europea no lograron llegar a un acuerdo el viernes sobre si deberían enviar armas a los insurgentes o no. Un embargo de la UE que expira en mayo prohíbe enviar armamento a Siria, tanto a los rebeldes como al régimen de Assad.
Francia y Gran Bretaña han argumentado que deberían poder suministrar armas a los rebeldes, pues dicen que el régimen de Assad está recibiendo armamento de Rusia e Irán. Londres y París dicen que, con más armas, los insurgentes podrían defenderse, así como a la población civil, al tiempo que el régimen vería con más claridad que tiene que llegar a un acuerdo político.
Por separado, la cancillería siria se quejó en una carta enviada al gobierno libanés el jueves de que grupos armados han tratado de infiltrarse a Siria desde Líbano en las últimas 36 horas, lo cual ha desatado enfrentamientos con los guardias fronterizos.