El jefe militar egipcio instó el miércoles a sus compatriotas a efectuar manifestaciones masivas para expresar su apoyo al Ejército y la Policía en la lucha contra «la violencia y el terrorismo», en una medida que señala la intensificación de la campaña contra los partidarios del depuesto presidente islamista.
Durante una ceremonia de graduación de cadetes militares, el general Abdel-Fattah el-Sisi exhortó a los egipcios a salir a las calles el viernes próximo, por considerar que una presencia masiva le daría un «mandato» y una «orden» para hacer lo que fuera «necesario» para poner fin al baño de sangre.
Desde que los militares destituyeron a Mohamed Morsi hace tres semanas, los partidarios del presidente islamista han salido a las calles y han amenazado seguir las protestas hasta que se le restituya en el poder. Ha habido numerosos enfrentamientos entre los islamistas y los oponentes de Morsi o las fuerzas de seguridad.
Ambos bandos se acusan mutuamente de iniciar la violencia. Decenas de personas han muerto, en su mayoría del bando de Morsi, incluso más de 50 que fueron abatidas por los soldados durante enfrentamientos en su protesta en El Cairo.
Los militares y la prensa aliada han caracterizado a los manifestantes como un movimiento armado peligroso. La Hermandad Musulmana de Morsi y sus aliados afirman que sus protestas son pacíficas. El grupo acusa a los soldados o a matones contratados por el ministerio del interior, que está a cargo de la policía, de atacar las manifestaciones pro-Morsi.
Por su parte, los militantes islámicos han intensificado sus ataques a las fuerzas de seguridad en la Península del Sinaí desde la caída de Morsi, donde han matado a casi 20 soldados y policías.
El miércoles, supuestos milicianos mataron a dos soldados e hirieron a tres en cuatro ataques separados en el Sinaí.
En la madrugada del miércoles una bomba estalló frente al cuartel central de policía en la ciudad de Mansura, en el delta del Nilo, donde hirió a 19 personas. El vocero presidencial Ahmed el-Muslemani lo calificó de acto de terrorismo.
El atentado de Mansura es un posible indicio de que la campaña de los milicianos podría estar propagándose al corazón de Egipto, donde hasta ahora la violencia había estado restringida a choques callejeros entre ambos bandos.
El discurso de El-Sisi en Alejandría fue un indicio firme de que el general es la fuente del poder real en Egipto, pese a sus afirmaciones de que el poder ha sido cedido completamente al gobierno civil establecido después de la caída de Morsi.