El jefe de la ONU llegó a Bagdad en momentos de un enfrentamiento sin precedentes entre fuerzas iraquíes y extremistas vinculados con Al-Qaeda en la occidental provincia de Anbar.
Antes de la llegada de Ban Ki-moon hoy, el gobierno de Irak dijo que el secretario general de las Naciones Unidas discutiría varios «temas regionales, especialmente la crisis en Siria», país vecino.
Fuerzas de seguridad iraquíes y miembros de tribus aliadas suníes en Anbar se enfrentan a combatientes de Al-Qaeda del Estado Islámico de Irak y el Levante, pero no han podido recuperar el control de la ciudad de Faluya y de la capital, Ramadi.
Los extremistas, envalentonados por las victorias de sus iguales en la guerra civil en Siria, han tratado de presentarse como los defensores de los suníes, molestos con el gobierno dirigido por los chiíes por lo que consideran son esfuerzos para marginalizarlos.