El presidente de la Constituyente ecuatoriana, el oficialista Alberto Acosta, renunció sorpresivamente al cargo a causa de los roces con el mandatario Rafael Correa por la demora en la redacción de la nueva Constitución que irá a referendo, dijeron hoy miembros de su entorno.
Acosta anunció su dimisión cuando restan cinco semanas para que venza el plazo fijado para la entrega de la Carta Política promovida por Correa, con la que busca habilitar la reelección inmediata y reforzar el poder estatal en la economía.
«Estamos confundidos por esta renuncia de Alberto. Nos cae de sorpresa, espero hablar con él para saber los alcances de su renuncia», afirmó Fernando Cordero, vicepresidente de la Asamblea Constituyente de mayoría oficialista.
Estrecho aliado del presidente ecuatoriano, Acosta había mantenido en las últimas semanas discrepancias con Correa por la demora en la entrega del texto constitucional que deberá someterse a consulta a finales de septiembre, según las proyecciones del Ejecutivo.
El mandatario, quien antes chocó con el jefe de la Constituyente por temas ambientales, puso la máxima presión sobre su bloque para que aprobara los artículos restantes de la nueva Constitución antes del 26 de julio, ultimátum con el que Acosta se mostró en desacuerdo.
«Ha habido mucha presión pública sobre la presidencia de la Asamblea y por ahí podría estar las razones de esta decisión compleja de Alberto», adujo Cordero, y admitió que la renuncia supone un duro golpe para los planes del gobierno.
Desde su instalación a finales de noviembre la Asamblea Constituyente ha aprobado 58 de los 323 artículos que prevé incluir en la Carta Política, lo que ha generado duros cuestionamientos de la oposición, que culpa al gobierno del lento avance por el envío de varios mandatos para su aprobación.
Acosta oficializará su renuncia ante el pleno de la Asamblea este lunes, y aún se desconoce si su decisión también implica su salida definitiva del órgano.
Entretanto, Correa convocó a una reunión de urgencia con el buró de su movimiento Alianza País, cuyos miembros consideraron que la dimisión de Acosta se debió a sus diferencias irreconciliables con respecto al plazo fijado para la entrega de la Constitución.
«Tenemos diferencias muy claras con el presidente Acosta sobre el hecho de que la Asamblea entregue el texto constitucional el 26 de julio y ni un día más. Frente a esto, Alberto es de la posición de que puede haber una prórroga y eso determinó su renuncia», dijo el asambleísta César Rodríguez.
Por su parte, la oposición de derecha opinó que la sorpresiva renuncia destapó la crisis que venía cocinándose en el oficialismo por las presiones de Correa para entregar la Carta Magna y conseguir su aprobación antes de que siguiera cayendo su popularidad.
«Esto es lo que ha destapado la olla de grillos, y eso ha precipitado la renuncia de Alberto Acosta, porque él no está de acuerdo con presentar una Constitución al apuro», agregó el asambleísta Leonardo Viteri.
Además de regular el mercado, el mandatario ecuatoriano aspira a que el nuevo marco constitucional conjure la crisis institucional que ha sacado del poder anticipadamente a tres presidentes en una década.
El periodista ecuatoriano Raúl Rodríguez, jefe de información de Radio Sucre, fue asesinado hoy por sicarios que lo interceptaron cuando salía de su vivienda en el norte del puerto de Guayaquil (suroeste), según el periódico estatal El Telégrafo.
Rodríguez recibió varios disparos y fue conducido a una clínica donde murió a causa de la gravedad de sus heridas, señalaron testigos citados por la publicación.
El periodista dirigía el servicio de información de Radio Sucre en Guayaquil, y todavía se desconoce si había sido víctima de amenazas.
Rodríguez fue atacado cerca de su vivienda por pistoleros que se movilizaban en un vehículo. Las autoridades no se han pronunciado sobre el hecho.
El 24 de febrero el ex director de El Telégrafo Carlos Navarrete fue torturado y asesinado en una casa de su propiedad, también en Guayaquil.