El depuesto presidente egipcio se encuentra «bien», dijo el martes la jefa de la diplomacia de la Unión Europea tras sostener una reunión con Mohamed Morsi, la cual fue «amigable, abierta y muy franca» sobre la crisis política del país y la necesidad de seguir adelante.
Desde el golpe de Estado del Ejército egipcio hace casi un mes —que ocurrió días después de protestas multitudinarias por parte de millones de egipcios que exigían la renuncia de Morsi-, el exppresidente islamista ha estado incomunicado por el Ejército en un sitio cuya ubicación se desconoce.
Esta semana, el Ejército llevó a un grupo egipcio de defensores de los derechos humanos hasta donde el exmandatario está detenido, pero él se negó a verlos.
La reunión de dos horas entre Catherine Ashton, jefa de política exterior de la UE, y Morsi representa el primer contacto que el líder islamista ha tenido con un personaje externo desde que fue derrocado en un golpe de Estado del 3 de julio.
El actual gobierno de Egipto, que cuenta con el respaldo de las fuerzas armadas, informó originalmente que mantenía retenido a Morsi por su propia seguridad, pero la semana pasada las autoridades anunciaron que el expresidente estaba detenido mientras una investigación sigue en curso. Sus simpatizantes y familiares han condenado su detención como ilegal y exigen su liberación.
Hablando ante los medios hoy, Ashton dijo que Morsi «cuenta con acceso a la información, en términos de televisión y periódicos, por lo que pudimos hablar sobre la situación y tuvimos oportunidad de hablar sobre la necesidad de seguir adelante». La funcionaria se negó a revelar más detalles sobre la conversación.
«Le envié los buenos deseos que le envió gente aquí, y me pidió que les enviara a ellos buenos deseos de su parte, y por supuesto traté de asegurarme que su familia sepa que se encuentra bien», dijo.
Ashton agregó que pudo ver las instalaciones donde Morsi se encuentra detenido, pero que desconoce su ubicación.
El viernes, los fiscales informaron que el exmandatario enfrenta acusaciones de confabularse con el grupo extremista palestino Hamás para escapar de prisión durante la sublevación de 2011 que derrocó al régimen de Hosni Mubarak. La presidencia interina de Egipto señaló que Morsi «no es un preso político» y que el asunto se encuentra en manos del poder judicial.
Durante su visita, se reunió con el gobierno interino del país, incluyendo al jefe del Ejército y ministro de Defensa, el general Abdul Fatá El Sisi, así como con representantes de la Hermandad Musulmana de Morsi en busca de un camino que lleve a la crisis.
«Este grandioso país tiene que seguir adelante y tiene que hacerlo de manera inclusiva», dijo Ashton.
La diplomática aseguró haber dejado en claro a ambas partes del conflicto que «no hay lugar para la violencia en esto y que las protestas pacíficas son importantes».
Las autoridades «tienen una enorme responsabilidad para asegurarse de que así sea», declaró.
Ashton realiza su segunda visita a Egipto en este mes para buscar una forma de dar salida a la cada vez más compleja y sangrienta crisis y lograr acuerdos en diálogos entre el gobierno que respalda el Ejército y los aliados del presidente depuesto.
Antes de su visita, la diplomática lamentó la violencia del fin de semana que dejó 83 manifestantes muertos y exhortó a buscar un proceso político que incluya a todos los grupos, incluyendo a la Hermandad Musulmana de Morsi