La japonesa Riyo Mori, de 20 años y una estatura de 1,79 mts, fue elegida anoche Miss Universo-2007, en una ceremonia en la que participaron 77 representantes de igual número de países, celebrada en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.
En el segundo y tercer sitio del concurso quedaron Natália Guimaraes, de Brasil (22 años), y Ly Jonaitis, de Venezuela (21); en tanto que la representante de China, Ningning Zhang (20), recibió el premio de Miss Simpatía, y la filipina Anna Theresa Licaros, de 22 años, fue elegida Miss Fotogenia.
Mori es la segunda japonesa en ser elegida Miss Universo desde el reinado en 1959 de Akiko Kojima.
Emocionada hasta las lágrimas, la nueva Miss Universo pretende abrir una escuela de danza en Tokio después de su reinado como la mujer más bella del mundo, siguiendo los pasos de su madre, quien ya posee una academia en los suburbios de la capital japonesa.
«Estoy realmente muy feliz, aún no lo puedo creer», dijo Mori a la prensa.
Tras superar siete selecciones realizadas por los jueces del concurso, la nueva Miss Universo recibió de su antecesora, la puertorriqueña Zuleyka Rivera, una tiara de diamantes y perlas, diseñada por el también japonés Kokichi Mikimoto, la cual tendrá que portar en los eventos oficiales a los que asista en los próximos 12 meses.
La Miss Universo-2007 recibirá un salario cuyo monto no fue revelado, además de contar con un guardarropa personal para cada compromiso y vivir durante un año en un departamento en Nueva York, donde podrá acudir a un exclusivo gimnasio.
Otro de los premios es una beca de dos años para estudiar en la Academia de Cine de Nueva York.
La tiara que la identifica como Miss Universo-2007 pertenece a la organización del certamen propiedad del magnate estadounidense Donald Trump, aunque la japonesa podrá conservar otra diadema de perlas valuada en 20.000 dólares, también diseñada por Mikimoto.
Los jurados del concurso fueron, entre otros, la ex Miss Universo puertorriqueña Dayanara Torres (1993), el actor de la serie estadounidense «Héroes», James Kyson Lee; la modelo Lindsay Clubine, el mariscal de campo de los Dallas Cowboys, Tony Romo; la campeona olímpica de patinaje sobre hielo Michelle Kwan; el diseñador de modas Marc Bouwer y la directora de la revista Elle, Nina García.
Los conductores de la ceremonia, cuya audiencia televisiva se calculó en cerca de 1.000 millones de personas en 170 países, fueron el actor mexicano Mario López, quien participó en el programa estadounidense «Dancing With the Stars» (Bailando con las estrellas) y Vannesa Minnillo, ex Miss Adolescente Estados Unidos (1998) y actual presentadora de televisión.
En el evento no faltaron los detalles políticos a pesar del guiño a la comunidad hispana en Estados Unidos hecho por la organización al invitar a Mario López como conductor de la ceremonia, pues el público abucheó a la representante de Estados Unidos, Rachel Smith, quien quedó entre las cinco finalistas pese a caer al piso cuando desfilaba en la pasarela en traje de gala.
La ceremonia se llevó a cabo sin la presencia de la representante de Suecia, Isabel Lestapier Winqvist, de 20 años, quien a última hora decidió abandonar el concurso a petición de los organizadores de Miss Suecia, que consideraron a Miss Universo un certamen «degradante para las mujeres», según publicó el lunes la prensa mexicana.
A su vez, entre los invitados especiales se esperaba a la ex Miss Universo chilena Cecilia Bolocco, esposa del ex presidente de Argentina Carlos Menem, pero una fuente de la organización informó a la prensa que canceló su participación tras el escándalo generado por la publicación de unas fotos en las que aparece semidesnuda.
El espectáculo musical del certamen estuvo a cargo del grupo juvenil mexicano RBD, quien anunció que en las próximas semanas realizará una gira a Europa y Japón.