Japón refuerza su capacidad defensiva


Japón decidió el viernes reforzar, antes de 2020, su capacidad defensiva en las islas del sur del archipiélago para contrarrestar la potencia militar de China por considerarla una fuente de «inquietud» para Asia y para el mundo, aunque Pekí­n asegura que «no quiere amenazar a nadie».


Este cambio de estrategia rompe con la polí­tica defensiva nipona establecida en el norte del paí­s durante la Guerra Frí­a para hacer frente a una eventual amenaza procedente de la Unión Soviética, y luego de Rusia.

El documento, titulado Directivas sobre el Programa de Defensa Nacional para los diez próximos años y adoptado el viernes por el gobierno de centroizquierda, califica asimismo a Corea del Norte, principal enemigo de Japón, como un «factor apremiante y grave de inestabilidad».

Las Fuerzas de Autodefensa -nombre oficial del ejército según la Constitución pacifista nipona- se centrarán en adelante en vigilar las islas meridionales, algunas de ellas reivindicadas tanto por Pekí­n como por Tokio.

El informe prevé aumentar de 16 a 22 el número de submarinos y modernizar los aviones cazas. También propone consolidar las capacidades defensivas contra eventuales misiles provenientes de Corea del Norte, doblando de tres a seis el número de bases de antimisiles tierra aire Patriot Advanced Capability 3 (PAC-3) y pasando de cuatro a seis la cifra de destructores Aegis equipados con misiles interceptores SM-3.

«China moderniza rápidamente su ejército e intensifica sus actividades en las aguas vecinas de su territorio», destacan las autoridades japonesas en este documento.

«Con la falta de transparencia de China en temas militares y de seguridad, esta tendencia es fuente de inquietud para la región y la comunidad internacional», añade.

La portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Jiang Yu, reaccionó calificando de «irresponsables» estos comentarios.

«Ningún paí­s tiene el derecho de designarse a sí­ mismo como representante de la comunidad internacional ni de hacer comentarios irresponsables sobre el desarrollo de China», afirma Jiang en una respuesta por escrito a una pregunta de un periodista.

«China continúa con una ví­a de desarrollo pací­fico y su polí­tica de defensa nacional es defensiva. No queremos amenazar a nadie», aseguró la portavoz.

Japón y China han vivido últimamente su peor crisis diplomática desde hace años, tras la colisión de un pesquero chino con dos barcos guardacostas japoneses cerca de unos islotes controlados por Tokio pero reivindicados por Pekí­n y Taipei.

Ante el nuevo escenario tras el final de la Guerra Frí­a, se prevé un redespliegue del contingente concentrado en la isla septentrional de Hokkaido, frente a Rusia, así­ como la reducción de 200 tanques sobre 600 y de 200 piezas de artillerí­a sobre 600.

A cambio recomienda desplegar fuerzas terrestres, navales y aéreas en las islas Nansei (sur), cercanas a Okinawa, donde se encuentran apostados más de 20.000 soldados estadounidenses.

«Reduciendo el dispositivo en material y en soldados heredado de la Guerra Frí­a vamos a concentrarnos en la vigilancia marí­tima y en la defensa antimisiles en zonas que incluyen a las Nansei», señalan las nuevas directivas.

En virtud de la Constitución impuesta por los estadounidenses tras la capitulación de Japón en agosto de 1945, el archipiélago debe «para siempre renunciar a la guerra». Las Fuerzas de Autodefensa, que como su nombre indica tienen como única misión proteger a Japón, forman un ejército significativo y muy bien equipado.