Veo con desaliento que la historia que cuentan los oficialistas que hoy presiden el gobierno, no se asemeja a la realidad.  Esta sonada fecha, del 20 de octubre, que el gobierno actual planifica celebrar con gastos desmedidos en tiempos de calamidad, donde la austeridad del Gobierno debería poner ejemplo a la población, dista más de una estrella, en que esto cayera por su propio peso. La historia se repite, el gobierno que hoy preside un fanático admirador de la Revolución de 1944 se asemeja cada día más al gobierno de Ponce Vaides, derrocado en dicha fecha por estudiantes de escuelas primarias, institutos, Usac, profesores, obreros, personas influyentes del ámbito privado y el Ejercito nacional. Dispensen, no es eso mismo lo que acontece el día de hoy en la Usac.  El acarreo de indígenas no ha sido propio ni particular del FRG y de la UNE, preciso eso fue lo que hizo Ponce Vaides, con los 50 mil campesinos que trasladó a la capital en camiones, armados de garrotes, como el Jueves Negro, que recordaremos por siempre del FRG, durante el gobierno de Portillo.  Esta cobarde acción ya la habían hecho antes, en apoyo del entonces presidente, Ponce Vaides. ¡Viva Ponza! gritaban los indios enardecidos en partida ignorancia. ¿Qué, no es lo mismo que hace la UNE en el Parque Central? Parece que cuando se gesta un golpe de estos, es cuando la capital está colmada de los tributos que se toma el Gobierno, sin consultar ni preguntar si están de acuerdo y en determinado momento el Ejército los secunda. En Guatemala las inconveniencias políticas son marcadas por un atentado cometido contra la humanidad de un periodista; en aquella época del 44, fue el asesinato, de Alejandro Córdova, fundador y propietario de El Imparcial. En la época del conflicto armado, el asesinato de Isidoro Zarco, vicepresidente de Prensa Libre.  En la época actual la muerte del periodista Arce, y el atentado contra Luis Felipe Valenzuela.  Volviendo a  los acontecimientos del 44,  Ponce Vaides se extralimita en sus declaraciones, saliendo el cobre que habita en él, «…son puras babosadas, grupo de estudiantes coyones y militarcitos traidores… Discúlpenme, pero esas palabras altisonantes, fuera de lugar me recuerdan a un Presidente que hoy ocupa el Palacio Nacional.  í‰l, tampoco: jamás soñó, creyó, ni pensó, llegar a donde hoy se encuentra. Â
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Esto es un tributo para ílvaro Contreras Vélez
 A MIS HIJOS
 Con el vehemente deseo de que,
Al correr de los años y del civismo,
luchen siempre por servir a la
patria y no por servirse de ella.