¿Y si Santa Claus fuera negro?


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La presentadora estadounidense Megyn Kelly lanzó un mensaje a todos los niños desde el canal de televisión Fox News: Santa Claus es blanco. Es así y punto. Un par de días más tarde, Kelly reconocía que se había dejado llevar y trató de arreglarlo.

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Por Gretel Johnston WASHINGTON / Agencia dpa

«Aparentemente, la otra noche incitamos a la polémica al comentar un artículo que sostiene que Santa Claus no debería ser retratado como blanco», dijo intentando defender su comentario.

El artículo en cuestión lo firma la blogger afroestadounidense Aisha Harris en Slate.com y se centra en un adolescente que se pregunta por qué Santa Claus siempre ha sido representado como un hombre blanco. Y se siente avergonzado por ello.

Quizá, sugiere la blogger, Santa debería ser reemplazado por un pingüino, mitad blanco, mitad negro, para ahorrar ese sentimiento de inseguridad y vergüenza a millones de niños que no son blancos.

La presentadora Kelly afirmó que le hubiera gustado tener un debate «iluminador» al respecto, pero inmediatamente después se sacó un nuevo as de la manga añadiendo: «Jesús también fue un hombre blanco… Y eso es un hecho verificable».

Las reacciones no se hicieron esperar: muchos se preguntaron si entendía realmente que Santa Claus es un personaje ficticio, mientras para otros la presentadora es una racista incapaz de imaginarse un Jesús o un Santa Claus negros.

Las críticas se precipitaron. CNN brindó a uno de sus presentadores afroamericanos, Don Lemon, la oportunidad de darle réplica, mientras el propio blog de Fox News seguía comentando las declaraciones de Kelly.

Hubo quienes pidieron el despido de la presentadora, defendida por otros que alegaban que en cualquier caso Santa Claus es un personaje de ficción, por lo que su piel puede ser del color que la gente quiera.

«Santa Claus es un personaje inventado. Su piel no es de ningún color», decía un telespectador. «Jesús era israelí. Su piel era ligeramente morena. Como si eso importara», añadía otro. Y hubo quien no entendía la polémica… ¡porque acababa de ver al verdadero Santa en el centro comercial!

El debate en torno a Santa Claus es una de las mayores locuras que todos los años se generan en la agitada temporada navideña estadounidense. Los autoproclamados defensores de la llamada «Guerra de Navidad» pertenecen en su mayoría al espectro político más a la derecha, como Fox News y la exgobernadora de Alaska Sarah Palin, que acaba de publicar su libro «Good Tidings and Great Joy: Protecting the Heart of Christmas».

La presentadora de Fox News insistía en que las críticas vertidas en su contra responden al instinto de muchos de «dar por sentado lo peor en los demás». Si a lo largo de toda su vida ha visto a Santa Claus como blanco, esa es la imagen que tiene de él. «¿Debería cambiar?», se pregunta.

Más de un afroamericano contesta que sí: hoy por hoy hay ya Santa Claus negros en varios hogares estadounidenses, como los suyos.

Según explicó la analista política Zirlina Maxwell, este tipo de símbolos son importantes para la autodefinición de los niños negros. La insistencia en que Santa sea blanco es algo «de lo que deberíamos hablar, debatir y reflexionar sobre por qué es así», añadió.

En Nuevo México, la familia de un estudiante de secundaria afroamericano lanzó la misma pregunta después de que el joven se disfrazara de Santa Claus para un acto. Una profesora le indicó que él no podía ser Santa porque éste es blanco, contó el padre. Más tarde, la profesora se disculpó y fue amonestada.

Pero no se trata sólo de Estados Unidos: el racismo también es tema de debate en Europa, ya sea con contenidos navideños o hablando de personajes de libros infantiles.

En Holanda y algunas partes de Bélgica, los niños esperan con ilusión la llegada de Sinterklaas (San Nicolás) el 6 de diciembre. Sinterklaas, su versión de Santa Claus, no es el problema, sino su ayudante: el Zwarte Piet (Piet el Negro).

Éste es representado por un hombre con el rostro maquillado de negro, gruesos labios rojos y el pelo ensortijado, según manda una larga tradición que ahora algunos ven amenazada ante la insistencia en la corrección política.

Este año, los holandeses de origen africano celebraron un evento alternativo para dar la bienvenida a Sinterklaas: en lugar de un Zwarte Piet, uno de ellos se vistió, como no podía ser de otro modo, de Santa Claus negro.