Una de las cosas que más impresiona a los visitantes de la Cuba de hoy es ver una colección de autos clásicos prestando el servicio de taxi en las ciudades de la isla comunista del Caribe. Ayer después de muchísimos años el gobierno cubano decidió finalmente dar una vía de privatización a los taxistas de La Habana. La nueva disposición del Gobierno cubano es el resultado de un proyecto piloto iniciado en el 2010 con un par de agencias de taxis privados en dos de los principales centros urbanos de aquel país.

Desde 1959, año en que el movimiento revolucionario derrocó al régimen dictatorial de Batista, Fidel Castro y sus secuaces empezaron la destrucción de la mal llamada República de Cuba.  Con el paso del tiempo, el partido comunista de Fidel fue apropiándose, en nombre del Estado, de todo negocio privado de los habitantes de la isla.

Pareciera mentira que hoy en día sea posible que un gobierno controle a sus gobernados de la manera como aún lo hace el Gobierno cubano. Es increíble que los admiradores de los regímenes colectivistas pasen por alto que la libertad personal está tan restringida en ese país que el Gobierno se da el lujo de tratar a sus habitantes como mercancía de cambio.  Eso es,  sin lugar a dudas,  esclavitud porque los profesionales cubanos, médicos por ejemplo, son literalmente “cambiados” por productos como petróleo o alimentos en pleno siglo 21.

No faltan las historias de los visitantes de la Cuba de principios de los noventas cuando el retiro de la ayuda soviética empezaba a sentirse en aquel país e increíblemente sus habitantes empezaron a experimentar la falta de insumos básicos como alimentos y productos de cuidado personal.  Como en la Venezuela de hoy, por aquellos días, los cubanos sufrieron la escasez de productos como las toallas sanitarias, el papel higiénico, la pasta de dientes y algunos otros sin los que nosotros simplemente no podemos imaginar  vivir.  Desde que hace unos años, el cansado y moribundo Fidel por fin cedió parte del poder a su hermano Raúl, Cuba ha venido dando señales de salir del agobiante letargo comunista tomando medidas que aunque aún guardan bases regulatorias conservadoras, empiezan a dar señales de incipiente libertad.

Después de más de 50 años de régimen comunista, el pueblo cubano de hoy se encuentra débil y con poca esperanza, sobre todo si consideramos que no son muchos los cubanos que aún recuerdan cómo era la vida antes del régimen.  Aunque no todo era color de rosa y existían problemas de pobreza, los indicadores de consumo de la Cuba de principios de los cincuenta no pueden dar sino sentimientos de nostalgia a los pocos viejos cubanos que aún sobreviven. El poder de Fidel fue avanzando de tal manera que algunos años después ya había acabado por completo con el espíritu emprendedor de los cubanos y esa falta de ejercicio empresarial ha dejado al pueblo cubano con un alma desnutrida.

Esperemos pues que las nuevas políticas del régimen comunista permitan, aunque sea de a poco, el resurgimiento del espíritu emprendedor de los cubanos para que esto dé esperanza a los jóvenes isleños que algún día pueden derrocar al régimen.  El sueño de todo cubano debiera de ser no morir sin ver una Cuba libre, el anhelo es la única arma con la que cuentan para lograr algún día regresar al dichoso camino de la libertad.