Los padres de las estudiantes nigerianas secuestradas por un grupo extremista tienen fe en que ocurrirá un milagro, pero hasta ahora lo único que han recibido es un hashtag como gesto de la solidaridad mundial.
Más de tres semanas después que integrantes del grupo Boko Haram secuestraron a las adolescentes, la indignación mundial se manifiesta por Twitter y otros medios sociales, pero los observadores ponen en duda la duración del interés en línea y si pasará de ser tema del momento a una disposición para actuar.
«Las personas finalmente lo están tomando con seriedad», dijo Fayokemi Ogunmola, estudiante de segundo año de la Universidad de Rochester que dirige la Asociación de Estudiantes Africanos.
Ogunmola estaba atenta a la noticia desde que se conoció el 15 de abril, pero no fue sino hasta hace poco que vio más interés entre sus compañeros de clase que usan el hashtag #BringBackOurGirls, así como pañoletas con los colores verde y blanco de la bandera nigeriana.
«Es bueno que se usen los medios sociales para difundirlo. Es un paso en la dirección correcta», dijo Ogunmola. «Pero el meollo del asunto es hallar a las chicas».
La policía dice que más de 300 estudiantes fueron secuestradas de su escuela secundaria en el noreste del país y que 276 continúan cautivas. Aunque los detalles del rapto múltiple se conocen desde que se perpetró, el caso no se difundió tan generalizadamente sino hasta que #BringBackOurGirls y otros hashtags atrajeron la atención.
Se han publicado más de 2,1 millones de tuits con #BringBackOurGirls, de acuerdo con Topsy, un sitio que ofrece análisis de Twitter. El interés fue relativamente bajo hasta la semana pasada, cuando celebridades como el cantante Chris Brown enviaron mensajes que circularon profusamente.
Más de 380.000 tuits llevaban el mencionado hashtag el miércoles, incluido uno de Michelle Obama que fue retuiteado más de 53.000 veces.
El aclamado escritor nigeriano-estadounidense Teju Cole, en un texto para el New Yorker, describió los secuestros como «la causa del día» en Twitter. Y en Twitter, escribió que la campaña del hashtag en realidad tenía pocos resultados: «Por cuatro años, los nigerianos han tratado de entender a estos monstruos homicidas. Su nuevo interés (gracias) no hace las cosas más simples, no resuelve nada».
Gordon Coonfield, un profesor de la Universidad Villanova que estudia los nuevos medios, dijo que la historia de las jóvenes nigerianas sigue un patrón conocido, en el cual se despierta interés que se disipa rápidamente.
La desventura presenta a las masas la oportunidad de adoptar casualmente el hashtag como una causa propia. «A la gente le puede importar intensamente en este momento, pero solo a condición de que mañana pueda olvidarlo por completo», dijo.
«Los medios sociales no las encontrarán», dijo, pero podría generar un mayor debate sobre la injusticia y lo que llevó a estos secuestros. «Esto pasará solo si podemos mantener la atención fija en esto por más de 140 caracteres».