Ninguna nación de la Unión Europea tiene la fortaleza suficiente para superar sola la crisis a causa del endeudamiento en la región, insistió hoy el primer ministro de Italia, quien exhortó a los países del bloque a que desarrollen una política común de crecimiento.
El economista Mario Monti, gobernante de la tercera economía más grande de la Eurozona, asumió en noviembre el cargo de primer ministro con el propósito de impedir que Italia caiga en el desastre financiero.
«Italia, en pos de su desarrollo económico y social, necesita a Europa, y Europa, para que sea más fuerte, necesita a Italia», expresó Monti en un discurso en la ciudad norteña de Reggio Emilia, durante una ceremonia en honor a la bandera italiana.
«Ningún país europeo debe pensar que tiene la fortaleza suficiente para avanzar solo frente a las grandes economías mundiales», apuntó. «Es la hora de que todos hagamos la tarea. Nadie debe pensar que puede hacer menos que los demás».
Monti se abstuvo de señalar al país al que estaban dirigidas sus palabras, aunque diversos detractores consideran que Alemania ha antepuesto su propia política económica a los intereses de toda la Unión Europea. Monti se reunirá el miércoles con la canciller alemana Angela Merkel en Berlín y participará en una cumbre europea importante prevista para finales de mes en Bruselas.
Los jefes de gobierno del bloque examinarán durante la cumbre las dificultades a causa del agravamiento de las perspectivas económicas, el aumento del número de naciones que tienden a la recesión, el mayor escepticismo hacia los bonos de muchos países europeos y las dudas en torno a la supervivencia del euro, que ha perdido valor ante otras monedas.
Monti logró que el parlamento —conocido por su lentitud— aprobara rápidamente sus propuestas de reducciones al gasto público, nuevos gravámenes y alzas a los impuestos, así como modificaciones al generoso sistema de pensiones. Con estos cambios, los italianos tendrán ahora que trabajar más y retirarse a mayor edad.
«Italia está haciendo la parte que le corresponde. Ahora, deberían hacer lo mismo las demás naciones de la Unión Europea», expresó Monti.
Monti destacó la «contribución decisiva» de Italia en las acciones contra la crisis financiera europea e hizo un llamado a los italianos para que se sumen al combate a dos problemas crónicos y persistentes internos: la corrupción y la evasión fiscal en la que incurren tanto empresas como ciudadanos.