Los israelíes, en un clima de incertidumbre política interna, se preguntan ante las elecciones norteamericanas quién, el demócrata Barack Obama o el republicano John McCain, los respaldará mejor en su conflicto con los palestinos o frente a un Irán nuclear.
Las elecciones del 4 de noviembre podrían darse sin que Tzipi Livni, la nueva jefa del partido Kadima (centro), haya logrado formar su gobierno.
«Estamos sin duda en un periodo de incertidumbre, pero en cuanto a Estados Unidos, hay una constante: la política norteamericana, que en general es pro israelí, no cambiará en noviembre», confió a la AFP un alto responsable israelí que pidió el anonimato.
Este sentimiento lo comparten los palestinos, que en una proporción de más de un 30% no expresa preferencias ni por Obama ni por McCain, según una consulta realizada en Cisjordania por el Palestinian Center for Public Opinion y cuyos resultados se publicaron el 17 de septiembre.
Esto no impide que, según el mismo sondeo, un 33,5% de palestinos apoye a McCain y un 27,7% a Obama, un resultado aparentemente ligado a la declaración del candidato demócrata de que «Jerusalén será la capital de Israel».
A fines de julio, el primer ministro Ehud Olmert confirmó un aumento de un 25% de la ayuda militar estadounidense a su país, que superará los 30.000 millones de dólares en los próximos diez años.
Si sobre este punto los israelíes pueden estar tranquilos, su preocupación es mayor en cuanto al conflicto israelo-palestino o a Irán.
Sobre todo, estima Yoram Ettinger, un experto israelí de las relaciones con Estados Unidos, porque McCain y Obama tienen una visión del mundo contrapuesta.
«Para McCain, la Tercera Guerra Mundial ya ha comenzado y se da entre las democracias occidentales y los regímenes islámicos. En cambio, para Obama, el conflicto lo genera una minoría islámica radical y puede ser tratado por vías diplomáticas, con la ayuda financiera extranjera, el intercambio cultural y con menos intervencionismo militar norteamericano», explica en una columna recientemente publicada en el sitio del diario Yediot Aharonot.
Por su lado, Akiva Eldar, ex corresponsal del diario Haaretz en Washington, confía en Obama para todo lo que refiere al conflicto israelo-palestino.
«Los demócratas, como Jimmy Carter y Bill Clinton, se han mostrando siempre más activos a favor de la paz que los republicanos, como Ronald Reagan y los Bush, padre e hijo».
Aún así, recordó que los demócratas suelen topar en este punto con electorado judío estadounidense, que suele apoyarles en cuestiones internas pero no en los temas relacionados con Israel.
«El próximo gobierno israelí tendrá que convencer a los judíos estadounidenses que ayuden a Obama, si es elegido», declaró Eldar a la AFP.
De todos modos, «si McCain es el nuevo presidente, estará menos vinculado a los cristianos fundamentalistas que Bush, por lo que trabajará más que él por la paz en Medio Oriente», estimó.