Israel quiere evitar «escalada» con Lí­bano


Israel cortó hoy los árboles que causaron los enfrentamientos mortales del martes con tropas libanesas en la frontera entre ambos paí­ses y afirmó querer evitar una «escalada» militar con su vecino, cuyo ejército dijo estar dispuesto a responder a toda «agresión» israelí­.


Según la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Lí­bano (FINUL), los árboles se encontraban en la frontera entre ambos paí­ses «del lado israelí­», pero en una zona en la que «el gobierno libanés expresa reservas respecto al (trazado) de la Lí­nea Azul».

La Lí­nea Azul fue trazada por la ONU para servir de frontera tras la retirada del ejército israelí­ del Lí­bano Sur en mayo de 2000, al término de 22 años de ocupación.

Un portavoz militar libanés habí­a afirmado el martes que los enfrentamientos sin precedentes desde 2006, y en los que murieron tres libaneses –dos militares y un periodista– y un oficial israelí­, estallaron «después de que soldados israelí­es intentasen arrancar un árbol del lado libanés».

Un comunicado del ejército libanés indicó por su parte que el árbol en cuestión estaba en «un territorio controvertido».

Aparentemente el objetivo de los israelí­es era ver mejor hacia Lí­bano, ya que dichos árboles les impedí­an vigilar correctamente la zona.

El ejército israelí­ desplegó importantes refuerzos en el sector de la frontera libanesa donde estallaron los choques, pero el ministro de Defensa, Ehud Barak, afirmó que no quiere una «escalada» con Lí­bano.

«Espero que no haya escalada, que tengamos un verano tranquilo y que las cosas vuelvan a la normalidad», afirmó Barak a la radio pública.

«Hay una gran provocación y hemos reaccionado de manera moderada, justa e inmediata. Es necesario actuar de modo que un incidente local no degenere en una verdadera crisis», agregó.

Por su parte, un portavoz del ejército libanés afirmó el miércoles a la AFP que Lí­bano responderá a toda nueva «agresión» israelí­. «La respuesta será la misma en caso de cualquier agresión contra Lí­bano en la frontera», afirmó el portavoz.

El jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, también advirtió que sus militantes no se quedarán con los brazos cruzados «si Israel ataca al ejército libanés» nuevamente.

Nasralá aseguró sin embargo que los militantes habí­an recibido la orden de no intervenir en los enfrentamientos del martes en la frontera.

Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU expresó su «profunda preocupación» por los enfrentamientos y se unió al titular del organismo, Ban Ki-moon, en su llamado a la «máxima moderación».

Estados Unidos también urgió a Israel y Lí­bano a ejercer un «máximo de moderación», mientras que el presidente sirio, Bashar al Asad, garantizó a Lí­bano su apoyo e Irán condenó la «incursión» del ejército israelí­ en territorio libanés.

En el verano boreal de 2006, luego del secuestro por Hezbolá de dos soldados israelí­es en la frontera, Israel lanzó una ofensiva militar en Lí­bano que causó la muerte de 1.200 libaneses -en su mayorí­a civiles-, y 160 israelí­es, principalmente militares.

Israel no logró quebrar la capacidad militar de Hezbolá, así­ como tampoco impedir los disparos de cohetes hacia su territorio ni obtener la liberación de los dos soldados capturados, cuyos restos le fueron entregados luego.